Gruño fuertemente cuando me siento.
Dejo caer mi bandeja de golpe, llamando la atención de Bemus, Neo y Gea que estaban platicando.
—Buen provecho para ti también. — se burla Neo.
—No te molestes, ella no te entiende, espera. — Gea me voltea a ver y empieza a gruñir de manera extraña, mueve sus manos de un lado a otro y hace muecas horribles.
Cuando termina levanta una ceja y mira a Neo.
—¿Ves? Le dije que si me entendía que parara de hablar.—dice y estalla en carcajadas.
Neo ríe un poco pero cuando ve que Talía se acerca se levanta y corre a su dirección.
La chica está a punto de caerse por lo pesado que lleva su maleta. Neo llega justo a tiempo para evitar que eso suceda.
Cuando se acercan, Talía se sienta a mi lado, nos saluda a todos y le regresamos el saludo.
Talía deja caer su mochila mirándonos y sonriéndonos a todos.
Cuando sus ojos verdes caen sobre Bemus su cara se frunce.
—¿Bemus? ¿Todo bien?—el rubio asiente sin dejar de mirar a lo lejos.
Todos lo miramos extrañados y no podemos evitar voltear hasta la misma dirección y ver lo que el chico mira.
La chica nueva.
—Es muy rara.—dice Gea observándola de arriba a abajo.
Normalmente su superficial comentario me enfadaría mucho pero la verdad es que todo de esa chica grita extraño, desde cómo entró hasta su mun.
—¿Ustedes creen que...?
—No.—responde Bemus a la pregunta no formulada de Talía.—No es hija del director.—asegura, serio.
—¿Cómo lo sabes?—pregunto mirando al rubio.
—Hubiera algún reporte, siempre lo hay, es una ley. Alguien tan importante como el director sabrá que él no es la excepción. No es su hija.
—Pero su cabello...—vuelve a hablar Talía, sin darse cuenta que no ha parado de mirarla, lo que en otras circunstancias le hubiera parecido realmente irrespetuoso.
—El cabello no prueba nada, a pesar de que todos venimos de los 4 elementos eso no nos hace necesariamente primos o hermanos.
Volteo a ver a la chica una vez más. Frunzo el ceño al ver que parece como ida y no puedo evitar preguntarme si está hablando con...bueno con...el chico que aparece y desaparece.
—Tu compañero de cuarto también parece interesado en ella.—el comentario de Neo hace que nuestras cabezas se muevan de dirección.
Del otro lado de la cafetería vemos a un chico pelinegro con una chaqueta ridículamente llamativa.
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MUNIS
FantasyHubo una explosión. Solo eso. Una explosión que calló a todo el mundo. Las risas, los parloteos...Todo quedó en un profundo silencio. Nadie se imaginó que los problemas comenzarían, que la tranquilidad de sus vidas sería eliminada tras esa explosió...