Sabía que algo andaba mal, ella lo sabía.
"Athea"
Adonis desapareció en el instante en que el primer golpe apareció.
Aparece encima del colegio, dando un vistazo al rededor, teniendo un informe detallado de lo que está pasando.
Es una chica, golpea el campo de fuerza con sus manos. No parece haber nadie más alrededor.
Adonis aparece nuevamente, logrando que algunos chicos en la cafetería se sobresalten. Todos están nerviosos, pero en ese momento el cuerpo de Athea parece reaccionar.
Aparta todos los pensamientos de los presentes y se concentra en la chica que está afuera.
No parece querer dejar de decir su nombre así que comienza a caminar hacia las puertas de comedor.
—El director.—dice, pero Adonis niega con la cabeza.
No está aquí.
¿Por qué nunca está aquí?
—Atheeeeaaa.—un nuevo grito invade la cafetería, los chicos empiezan a gritar, algunos, más valientes, caminan con cautela detrás de Athea para ver que sucede
Bemus y Neo son uno de ellos. Las chicas parecen querer seguirlos, pero Gea no logra poder ponerse de pie.
Un nuevo golpe. Athea trata de entrar en la mente de la chica, pero hay un bloqueo.
Tiene un aparato, en su oído izquierdo. Tal vez pueda comunicarse con alguien, pero sirve para bloquear tu paso.
—Si me esforzara un poco más podría penetrarlo.—digo, pero antes de hacerlo un nuevo golpe aparece.—Veamos que quiere.
—Atheeeeeeaaaaaa. Sal, saaal, a menos que quieras que entre.— la chica se carcajea, pero se queda quieta al ver el cuerpo de Athea saliendo del colegio.
Su cara se llena de asombro, como si hubiera esperado mucho tiempo para estar frente a ella.
Athea la mira, tiene el cabello rojo oscuro, sus ojos del mismo color parecen encendidos, estos están inyectados de sangre. Lleva un uniforme de mallas gris que la cubre el cuerpo entero.
Aunque tiene una grietas en los brazos, como si se hubiera cortado con algo.
—Alfin, al fin, al fin...—la chica balbucea y empieza a reírse.—¡Athea! Me han contado mucho de ti. ¿Adónde está Adonis? ¡Quiero verlo! ¡Muéstramelo!—el grito exigente de la chica hace que Athea se sorprenda.
Trata de buscar algún punto en común con cualquier persona que haya visto en su vida, pero no logra encontrar a nadie.
¿Quién es esta loca?
Athea no responde, porque simplemente no puede hacerlo.
La pelirroja vuelve a golpear el campo, provocando que unas hondas azules se esparzan por este.
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MUNIS
FantasyHubo una explosión. Solo eso. Una explosión que calló a todo el mundo. Las risas, los parloteos...Todo quedó en un profundo silencio. Nadie se imaginó que los problemas comenzarían, que la tranquilidad de sus vidas sería eliminada tras esa explosió...