Capítulo 2

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Un gigante jardín se abre frente a mí

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Un gigante jardín se abre frente a mí. Arboles, flores y mucho terreno inutilizado.

El gran edificio se hace mas grande, se deja ver con millones de luces que salen de las ventanas. Dándole un aire dorado e intimidante.

El muy cobarde de Adonis ha decidido desaparecer justo en el momento cuando las puertas se cerraron detrás de mí, quitándome la oportunidad de salir corriendo, como planeaba hacerlo al estar justo aquí.

Mi piel empieza a picar y se eriza con cada paso que doy.

Estar en el mismo lugar que un MUNIS me hace sentir incómoda, al sentir su poder, sus vibraciones y, cuando no puedo controlarlo, sus pensamientos, inquietudes y miedos.

Estando aquí, en un colegio donde hay miles de ellos no es nada bueno para mí. Mi mente inconscientemente traza la silueta de cada uno de ellos como si de un espejismo de tratara.

Siluetas moradas que van de un lado a otro, que hablan y respiran.

En el primer piso, algunos en el segundo. Los veo a todos.

Gruño en mis adentros y me repito en mi mente que esto no ha sido una buena idea.

Con cada paso que doy, puedo escuchar a más personas, puedo sentir sus poderes en cada rincón del colegio, y puedo sentir exactamente donde está el director y sé que él está esperándome.

Mientras tanto, en el comedor principal los jóvenes MUNIS cenan

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Mientras tanto, en el comedor principal los jóvenes MUNIS cenan. Las largas horas de clases y entrenamiento han estado cada vez peor. Los exámenes finales son en poco tiempo y cada uno quiere demostrarle a sus compañeros, maestros y al director que realmente han mejorado con el control de sus mun.

Muchos de ellos llegaron luego de una larga admisión, muchos fueron elegidos por el mismísimo directo al encontrarse desesperados por no saber controlarlos.

En una mesa central se encuentran  cinco amigos comiendo, una de las chicas, que tiene el cabello gris, está jugando con sus cubiertos, lo hace volar frente a ella mientras mira a su amiga, aburrida.

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