Llego a la puerta de la clase de la quinta hora, pero decido no entrar todavía. Sé que mis amigos no han llegado aún ya que soy el que tuvo clase en un salón más cercano.
Sin poder evitarlo observo dentro de la clase para ver a la maestra.
Frunzo el ceño al verla hablar animadamente con una chica bajita. No noto nada diferente así que supongo que lo rumores eran solo eso.
Escucho una voz fuerte y una un poco chillona, volteo a ver el pasillo y como cualquier persona Gea aparece caminando de lado a lado, como si bailara mientras habla realmente fuerte con Neo quien se ríe un poco.
Casia se les une, caminando al lado de ellos, pero ni se molesta en saludar, los ignora mientras que le sube volumen a la música que sale de sus audífonos.
Me recuesto en la pared al lado de la puerta, esperándolos mientras algunos estudiantes empiezan a entrar a la clase.
Talía aparece por un pasillo de la derecha, completamente concentrada en unos cuadernos. Neo levanta la vista y nota como una pequeña chispa aparece en su rostro.
El pelirrojo corre un poco, dejando a Gea hablado sola y hace como que choca con Talía.
La chica de trenzas verdes no esperaba el choque al salir del pasillo, así que se sobresaltó y dejó caer su cuaderno.
Los dos se agachan a recogerlo, cruzan algunas palabras pero estoy lo bastante lejos como para escuchar nada.
Neo sonríe dándole el cuaderno y Talía se pone verde claro.
Levanto la ceja ante esto, no es secreto que Talía siente algo por él, no puede ocultarlo a nadie, lo que si me hace gracia es que Neo se ve mucho más interesado en ella a pesar de habérmelo negado muchas veces.
Claro que cada vez que se lo pregunto su cuerpo se tensa e intenta cambiar de tema, lo que me divierte realmente.
— Bemus. — me saluda Casia inclinado un poco la cabeza, me río por su intento.
Paso mi brazo por sus hombros y la chica gruñe un poco pero no se aparta. Levanta su mirada logrando que nuestros ojos choquen, le sonrío abiertamente y ella se queda viendo mi sonrisa por unos segundos antes de fruncir el ceño.
Hago como que quiero apartar mi brazo de sus hombros pero ella toma mi mano antes, impidiendo que lo haga, me río por eso.
Entramos a clase y como todos, nos sentamos en nuestras sillas.
Curiosamente, la profesora no comienza la clase como siempre, mira su reloj un par de veces y cada que alguien entra da un pequeño salto.
Está nerviosa.
Pero luego entiendo la razón, todos lo hacemos.
Nos sorprendemos al ver entrar a una chica de cabello morado. La chica se nota realmente tensa, al mirarle el rostro algo no encaja, sus ojos morado oscuro, sus labios un poco rojos y su pequeña nariz. Pero hay algo que se ve como borroso, como si escondiera o tapara algo.
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MUNIS
FantasyHubo una explosión. Solo eso. Una explosión que calló a todo el mundo. Las risas, los parloteos...Todo quedó en un profundo silencio. Nadie se imaginó que los problemas comenzarían, que la tranquilidad de sus vidas sería eliminada tras esa explosió...