Áyax POV
Me despierta la vibración del móvil haciendo que resuene la madera de la mesilla. Alargo el brazo y palpo la mesa hasta que toco el móvil, contesto la llamada como puedo sin ni siquiera abrir los ojos.
-¿Sí?-respondo notándome la voz áspera por lo que aclaro la garganta.
Escucho una respiración agitada al otro lado del teléfono pero no obtengo respuesta. Me separó el móvil de la oreja y veo que es el número de Laia. No lo tengo guardado, pero tampoco me hace falta, me lo sé de memoria.-Laia, ¿ha pasado algo?-me recuesto en el cabecero de la cama y cojo el despertador que hay en la mesilla.-Son las tres de la mañana.-bostezo sin poder evitarlo.
-Lo siento, no debería haber llamado.-susurra despidiéndose de mí.
-No, no. Está bien. Dime.-digo apresuradamente intentando que no cuelgue.
-He discutido con mi madre y mi hermana.-me responde sin emoción.
-¿Qué ha pasado?-me asusto al escucharla, ya que ella siempre que habla es bastante efusiva-¿Estás bien?
Escucho un suspiro al otro lado de la linea.
-Sí, todo lo bien que se pueda estar después de que tu madre te llame puta y que te enteres de que tu hermana te lleva mintiendo dos años.-espero a que me de alguna explicación más pero la escucho reírse amargamente.
-Vaya, tú y tu familia si que sabéis pasar bien unas navidades.-intento bromear para ocultar las ganas que tengo de ir a donde esté y abrazarla.
Agito la cabeza intentando borrar de mi cabeza cuanto antes ese pensamiento.
-Es la diversión que quería para mis vacaciones.-susurra y yo cierro los ojos al escucharla tan apagada.-Deberías probarlo.
Decido seguir bromeando ya que ella me está siguiendo el rollo.
-Algún día lo probaré.-abro los ojos y veo por la ventana como nieva, recordándome el primer día que nevó.-¿Por qué me has llamado?
Intento no sonar borde, pero no entiendo por qué precisamente ha elegido llamarme a mí, o simplemente prefiero no querer saberlo.
-¿Sinceramente?-pregunta esperando una respuesta, al ver que no respondo traga saliva y continua-No lo sé, solo te me has venido a la mente. Necesitaba despejarme.
-Y he aparecido yo...-susurro más para mí que para ella.
-Exacto.-ella también susurra haciendo que me replanteé que se supone que estamos haciendo.
Paso mi mano por la cara y suspiro.
No ha sido la llamada lo que me tiene así, ha sido estar dos días pensando en ella, preguntándome que haría, donde estaría o si pensaría en mí. Haciéndome que me volviera a odiar como al principio.
Repitiéndome una y otra vez que solo era deseo, que solo podía ser atracción.
-¿Y exactamente como querías que te entretuviera?-pregunto sensualmente para ver si así soy capaz de pensar en otra cosa que no sea querer volver al coche esa primera noche de nieve.
-Ahora mismo que me folles hasta que me hagas olvidar mi nombre.-la escucho lo que dice pero no siento lo que dice, es como si quisiera ocultar algo detrás de sus palabras.-Te has quedado muy callado, ¿qué pasa? ¿qué te he pillado con otra?
-La verdad es que se me insinuó Amelie.-carraspeo intentando sonar serio-Pero la dije que prefería a las alumnas.
Ella se ríe al otro lado de la línea y sé que está vez si es de verdad.
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El caos en la tempestad: Efímero
RomanceDe un día para otro me convertí en el caos dentro de mi vida, la cual estaba siendo una tempestad. Además, cuando todo parecía calmarse apareció un lobo feroz, el cual prometió devorarme, ¿o fui yo quien se lo prometió?