Capítulo 32

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Laia POV   

Estaba metiendo las últimas prendas de ropa a la maleta. Hoy por fin volvería a ver a Neus, era de lo único que tenía ganas de hacer. No había conseguido pegar ojo en toda la noche, cerraba los ojos y me acomodaba contra la almohada intentando concentrarme en mi respiración, pero nada. Al cabo de cinco minutos cambiaba de posición, así como veinte veces hasta que he decido que sería mejor leer que intentar dormirme. Por eso ahora mismo necesito tomarme un buen café si quiero aguantar todo el día.

-¿Pero acaso dormiste algo?-me pregunta Lara al ver como bostezo por enésima vez. Estaba ayudándome a hacer las maletas, ya que ella se iría por la tarde con su madre y no tenía nada que hacer.

-Juro que lo intenté pero era imposible.-le digo recordando como tuve que desenredar las sabanas de mis piernas de tantas veces que me giré buscando la posición para dormirme.

-Todo va a salir bien.-me alienta desde la otra parte de la habitación Melany.-Por cierto, ¿habéis visto mi cargador? No lo encuentro por ningún lado.

-Creo que lo vi debajo de la mesa ayer.-me agacho para comprobar si aun sigue ahí y en efecto está.

-Oye intenta no perder la cabeza estas vacaciones.-me río cuando le meto el cargador en el bolso.

-Los exámenes me han dejado exhausta, prometo que yo antes no era así.

Vuelvo a mi armario y miro en los cajones a ver si me dejo algo. He intentado no llevarme mucha ropa, ya que en Barcelona tengo más que suficiente y a penas van a ser unos diítas.

Quien dice unos diítas dice casi medio mes. Espero que no este tan mal como suena. Meto en la maleta el neceser y la cierro sin ningún problema.

-Yo ya estoy lista chicas.-las digo mientas me siento en la cama junto con Lara.-Muchas gracias por cierto, eres la mejor amiga del mundo. 

-Y tú una pelota.

Me apoyo en su hombro y la sonrío. Estaba tan cansada que he decidido ponerme algo cómodo y un chandal me ha parecido una buena idea, eso y unas gafas grandes de sol, para que nadie vea mis ojeras. 

Mi teléfono comienza a sonar, extrañada me levanto de la cama para cogerlo de encima de la mesa de estudio. No sé quien será pero es demasiado pronto para hacer llamadas. Veo que es un número oculto por lo que me debato en si debo o no contestar la llamada, pero también recuerdo que Áyax me llamó de esta forma la otra vez.

-Hola.-respondo esperando una respuesta.-¿Hola?....¿Hay alguien?-me separo el móvil y desbloqueo la pantalla para ver si han colgado pero la llamada sigue, así que me lo vuelvo a acercar, esta vez escucho una respiración que no me gusta nada.-Mira no sé quien eres pero no vuelvas a llamarme.  

-¿Quién era?-me pregunta Lara.

La miro desconcertada mientras un cosquilleo recorre mi espalda.

-No tengo ni idea, al principio no he escuchado nada pero después solo podía oír una respiración agitada. Me ha dado muy mal rollo.-sigo mirando la pantalla esperando a que se vuelva a iluminar.

-Tienes la cara pálida.-reconoce Melany.

-¿Más aun?-bromeo, nunca logro ponerme morena en verano solo cojo un bonito color rojo, cangrejo, para ser más exactos.

-Sí, será mejor que vayamos a desayunar, si no queremos que te desmayes aquí mismo.-Lara me mira con preocupación mientras que coge su móvil y abre la puerta.

La llamada me ha dejado un mal sabor de boca, solo ha sido una respiración y puede que haya sido sin querer o una teleoperadora de alguna compañía de teléfono sin cobertura. Pero me ha transmitido una sensación extraña.

El caos en la tempestad: EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora