-Katie se va a sentar con nosotros hoy para cenar, espero que no haya ningún problema con eso.-les comunico a los chicos mientras me siento en mi silla.
Paso mi mirada por todos ellos y no veo que les moleste que haya traído a alguien conmigo sin avisarles. Aunque si les molesta me da igual, porque hay que ser majo con la gente.
-Si claro, aquí hay un sitio libre.-dice Alexandro mientras retira la silla de su derecha invitando así a Katie a sentarse.
Katie hace una mueca pero sin decir nada acepta el sitio y se sienta.
-¿Cómo es que te sientas hoy con nosotros?-pregunta Melany un poco curiosa llevándose su vaso de agua a la boca para ocultarlo un poco.
-Ha sido idea suya.-responde tímidamente Katie mientras me mira.
-Creo que ya va siendo hora que nos vayamos conociendo. Para algo somos compañeras de habitación, tenemos que poner todas de nuestra parte. Katie ser más abierta y nosotras tener más paciencia. Al fin y al cabo nosotras somos la única familia que vamos a tener aquí dentro.-las digo mientras cojo un trozo de mi pequeño pan.
Creo que hoy estoy muy sentimental, demasiado para mi gusto.
-Laia tiene razón, así por lo menos se nos hará más llevadero estos dos años que nos queda.-apunta Lara cogiendo su servilleta mientras se limpia las comisuras de los labios.
-Cuanta más gente mejor.-añade Nick ofreciéndole una sonrisa a Katie.
Cenamos mientras charlamos animadamente. Katie a pesar de tener vergüenza se mete en la conversación, al parecer se está integrando muy bien aunque parece un poco incomoda al lado de Alexandro.
-Laia ¿no me has dicho antes que querías postre?-me pregunta Alexandro.
-No yo n..-empiezo a decir pero me corta una patada por de bajo de la mesa.
-Si hombre, que yo te he dicho que estabas loca por querer comerte eso y que era una locura.-me dice Alexandro levantando las cejas.
Me le quedo mirando con cara de "qué cojones dices" pero él sigue hablando.
-Si hombre, eso que decías que estaba más bueno que el dios griego Áy..
-Ay si, ya me acuerdo.-le digo cortándole mientras me doy un suave golpe en la cabeza con la mano.-Vaya cabeza que tengo, me había olvidado por completo. Vamos a ver si hay.
Dejo la servilleta que está en mis piernas sobre la mesa y empujó con cuidado la silla hacia atrás, me levanto y giró sobre mis talones para ir junto Alexandro.
-¿Tú estás loco?-le susurro mientras nos dirigimos a la mesa de los postres.
-La próxima vez, digo delante de todos que Áyax no para de mirarte durante toda la cena, esperando a que le mires. Mientras él, te como con la mirada claro, por lo menos ahora es solo con la mirada.-me dice tocándose la barbilla con los dedos haciéndose ver más interesante.
-Me estás vacilando, ¿no?-le digo posando mi mano en su brazo.
-Claro que no, le he observado.-comenta moviendo la cabeza a un lado, señalando a la mesa de los profesores que estaba situada a nuestra derecha, al lado de las mesas de las comidas.
-Se suponía Caruso que no debía acercarme a él y aquí te tengo lanzándome a las garras del lobo. ¿Quién lo iba a imaginar?-digo a modo de sorpresa.
-Ferrer, cierra la boca antes de que cambie de opinión.-comenta mientras aprieta los labios formando una línea recta con ellos.
Cogemos un yogurt y nos dirigimos a la mesa.
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El caos en la tempestad: Efímero
RomanceDe un día para otro me convertí en el caos dentro de mi vida, la cual estaba siendo una tempestad. Además, cuando todo parecía calmarse apareció un lobo feroz, el cual prometió devorarme, ¿o fui yo quien se lo prometió?