Narra Nagore:
Estos días con ella estaban siendo increíbles, un día fuimos a casa de su hermana y me presentó a sus sobrinos y a su cuñado, también quedamos con algunos amigos suyos. Estaba genial a su lado pero mañana volveríamos a Madrid y otra vez vuelta un poco a la rutina, iba a ser más complicado vernos casi a diario y quería aprovechar este último día con ella. Preparé un plan especial para pasar la tarde juntas. Después de comer iríamos al cine y después a un restaurante italiano a cenar.
Estábamos en su casa, acabábamos de comer y estaba encima suyo tumbada en el sofá mientras ella leía.
-Nagore: Cariño. –Levanté un poco la cabeza para poder mirarla.
-Sandra: Dime. –Contestó apartando la mirada de su libro y centrándola en mí.
-Nagore: Te he preparado una sorpresa, en tres cuartos de hora hay que estar ahí.
-Sandra: ¿Qué sorpresa? –Miraba sonriente.
-Nagore: Pues ya lo verás, por eso es una sorpresa. –Dije levantándome. –Venga que si no, no llegamos. –La agarré de las manos y la levanté.
-Sandra: Bueno pero espera un poco que me arregle, no voy a ir así. –Se dirigía al baño.
-Nagore: Si estás guapa así, no necesitas más. –Seguí sus pasos.
-Sandra: No tardo. –Se metió en el baño y salió a los pocos minutos. -¿Vamos? –Hizo un gesto con la cabeza.
Conducía yo y ella durante el camino hacía alguna pregunta para intentar averiguarlo pero yo desviaba el tema con la primera cosa que se me ocurriera.
-Nagore: Es ahí. –Señalé.
-Sandra: ¿El cine? –Preguntó sorprendida.
-Nagore: Así es.
-Sandra: ¿Y qué película vamos a ver? –Cerró la puerta del coche una vez fuera de este.
-Nagore: No sé, yo había pensado una romántica, ¿no? –Dije agarrando su mano.
-Sandra: Perfecto. –Sonrió tímidamente.
Entramos y fuimos a las taquillas a sacar las entradas.
-Nagore: ¿Vamos a por palomitas? –Observé a Sandra un poco desubicada y nerviosa. -¿Qué te pasa?
-Sandra: Nada, nada. –Se giró para mirarme. –Ve tú que yo necesito ir al baño.
-Nagore: ¿Estás bien? –Puse mi mano sobre su hombro.
-Sandra: Sí, voy un momento al baño ahora vuelvo. –Hizo el amago de irse pero yo se lo impedí.
-Nagore: Espera, ¿te espero aquí? –Agarré su brazo justo a tiempo antes de que se marchara.
-Sandra: Mejor ve entrando tú que yo ahora voy. –Insistió.
-Nagore: Está bien. –Cogió la entrada en la que indicaba donde sentarse y se marchó.
Me había dejado preocupada pero pensé que igual se encontraba un poco mal o estaba un poco nerviosa pero no quise tampoco darle mucha importancia si veía que no seguía así.
Compré palomitas y bebidas para las dos y me dirigí a la sala, comprobé la fila y el número de asiento y subí. Sandra no estaba ahí así que decidí dejar las palomitas en una pequeña mesa que había a un lado del asiento y mandarle un mensaje.
Nagore: ¿Estás bien?
Yo ya estoy dentro en nuestro sitio.
Pasaban los minutos y no me leía el mensaje y seguía sin aparecer por aquí. Me decidí a levantarme e ir a buscarla cuando la vi entrar y subía las escaleras.
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Solo tú
Romance¿Cómo transcurre una relación mediática desde el secreto hasta la exposición pública? ¿Cómo demuestro todo lo que siento? ¿Cómo me puedo sentir así por ti?