Narra Sandra:
Esta tarde ya se había ido Nagore con Nash a su piso, le había insistido en que se quedara que no tenía pensado estar mucho rato escribiendo pero no me hizo caso. En el fondo sé que me tengo que acostumbrar porque quiera que no, ya tiene su piso comprado y a falta de reforma.
Tal y como le dije no estuve mucho tiempo en mi despacho, pero el sonido de mi teléfono me interrumpió y fui a por él.
-Sandra: Dime. -Descolgué.
-Yolanda: Sandra cariño perdona que te avise con tan poco tiempo, estoy yendo para Madrid, ¿te importa si voy a tu casa?
-Sandra: Claro, ¿tienes reunión?
-Yolanda: No. -Noté su voz rota.
-Sandra: ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? -Me preocupaba escucharla así.
-Yolanda: Cuando llegue te cuento y hablamos. -La escuchaba llorar. -Por favor no digas nada a papá y mamá.
-Sandra: No te preocupes, ¿a qué hora llegas?
-Yolanda: Acabo de subir al tren, calculo que hora y media.
-Sandra: Perfecto, voy a recogerte ahora.
En ese instante no se me ocurría que podía pasar, estaba claro que no era nada de mis padres o hermanos, sino no estaría viniendo hasta aquí, pero ¿Qué era lo que la tenía así?
Cuando se acercó la hora cogí el coche y fui hacia la estación. Una vez que aparqué me bajé y fui a la puerta por donde saldría minutos después. Y así fue, tras llamarme para confirmarme que ya había llegado la vi aparecer con una maleta.
-Sandra: Ven aquí. -La abracé fuertemente, solo la imagen de verla así hizo que no supiera quien de las dos necesitaba más aquel gesto. -¿Quieres que vayamos a casa?
-Yolanda: Por favor.
Guardé sus cosas en el maletero y fuimos hasta mi casa.
-Sandra: Pasa. -Llevé su maleta hacia mi habitación y ella se sentó en el sofá.
-Sandra: ¿Qué ha pasado? -Me senté a su lado mirándola y la agarré fuerte de las manos.
-Yolanda: Me voy a divorciar. -La abracé de nuevo mientras ella lloraba. -He intentado luchar por nuestro amor pero es imposible, se acabó. -Sollozaba en mi hombro.
Escucharla y verla así, sabía que ella estaba rota pero en ese momento yo estaba sintiendo algo parecido, no soportaba la idea de que estuviese dolorida, eran pocas las veces que la he visto mal y nunca me había acostumbrado, sin embargo esta vez me dolía lo más profundo. Normalmente ella solía ser la fuerte que me rescataba de todos mis problemas, pero esta vez me tocaba a mí estar en su posición.
Por primera vez estaba experimentando esa sensación de protegerla, durante mi vida había sido ella la que me estaba a mi lado cuando necesitaba a alguien, la que me había salvado de tantas situaciones y aconsejado en muchas otras, me había recogido cuando estaba rota de dolor y me había llevado con ella hasta donde nuestras piernas llegaran solo con tal de salir de mis peores miedos.
-Sandra: Tranquila. -Susurré mientras la intentaba calmar.
-Yolanda: Sé que no se acaba el mundo pero duele sabes.
-Sandra: No puedo imaginármelo. -Seguíamos abrazadas. -¿No saben nada papá y mamá?
-Yolanda: No, no he dicho nada a nadie.
-Sandra: ¿Y los niños?
-Yolanda: Con él, yo necesitaba salir de ahí, estar contigo.
-Sandra: Te agradezco que hayas venido aquí.
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Solo tú
Romance¿Cómo transcurre una relación mediática desde el secreto hasta la exposición pública? ¿Cómo demuestro todo lo que siento? ¿Cómo me puedo sentir así por ti?