Narra Nagore:
Llegamos ayer a Madrid, esta noche la había pasado en casa de Sandra y hoy me iría a la mía para preparar todas las cosas para la mudanza, ella andaba un poco liada, desde que volvimos no había parado de sonarle el teléfono. Esta noche empezaba una nueva temporada de Gran Hermano y volveríamos a estar juntas en plató para los debates.
-Sandra: Me tengo que ir ahora a una reunión. –Dijo mientras se llevaba una tostada a la boca y recogía sus cosas.
-Nagore: Yo me iré ahora a casa y así empiezo a organizarme para la mudanza. –Me senté en la mesa.
-Sandra: ¿Luego te veo? –Se puso su abrigo.
-Nagore: Pues te voy diciendo porque depende de cómo esté. –Bebí de mi zumo.
-Sandra: Si quieres te llamo cuando salga, comemos juntas y por la tarde vamos a tu casa y te ayudo.
-Nagore: Vale pero ahora también quiero ir a organizarlo todo.
-Sandra: Perfecto, quédate aquí lo que necesites, es tu casa. –Cogió el bolso y se acercó a despedirse. –Luego te veo, te quiero. –Me dio un pico.
-Nagore: Adiós guapa, suerte. –Le lancé un beso cuando me miró antes de salir por la puerta.
Desayuné tranquilamente, recogí la mesa y me fui al piso. Mi casa estaba un poco lejos, a unos 20 minutos de la suya, me pedí un taxi y llegué.
Primero quería pensar cómo iba a organizar todo así que en una libreta comencé a apuntar como distribuiría las cosas.
Narra Sandra:
Fui a Mediaset para reunirme con los directores, allí también estaba mi representante. Nos explicaron las novedades y la dinámica del debate. La reunión duró tres horas y media, faltaba una semana para el debate pero teníamos que tener ya todo claro y preparado. En cuanto salí llamé a Nagore y quedamos en un bar cerca de su casa.
-Nagore: ¿Qué tal la reunión?
-Sandra: Bien ya sabes, lo de siempre. –Nos entregaron la carta. -¿Tú qué tal?
-Nagore: Nerviosa, tengo ganas de que empiece pero un poco de miedo.
-Sandra: ¿Te refieres a la mudanza o al programa? –Dije de broma mientras me reía.
-Nagore: El programa, la mudanza me va a estresar pero sabiendo que es para estar contigo me compensa. –Ahora fue ella la que se reía.
-Sandra: Pelota. –Bromeé de nuevo. -¿Y de qué tienes miedo?
-Nagore: Pues no sé Sandra, no quiero que nos critiquen ni digan nada malo de ti por mi culpa.
-Sandra: No van a decir nada, las dos somos muy profesionales y sabemos distinguir el trabajo de lo personal y además no tienen porqué decir nada si ni siquiera hemos confirmado que estemos juntas.
-Nagore: Tampoco lo hemos negado, es un secreto a voces.
-Sandra: Pues no cansaré de gritar mi amor por ti en silencio. –Intenté que no se agobiara. –Todo va a ir bien, no te preocupes. –Agarré fuerte su mano para darle confianza a lo que ella me miró y asintió.
Terminamos de comer y fuimos directas a casa de Nagore, había mucho trabajo por delante y cuanto antes empezáramos mejor.
Cuando terminó de organizarse llamó a una empresa de mudanza para llevar cuanto antes sus cosas a casa.
-Sandra: ¿Qué te han dicho?
-Nagore: Que la semana que viene podrían llevarlo todo, hay que comprar cajas y meter todo ahí.
ESTÁS LEYENDO
Solo tú
Romance¿Cómo transcurre una relación mediática desde el secreto hasta la exposición pública? ¿Cómo demuestro todo lo que siento? ¿Cómo me puedo sentir así por ti?