Capítulo 52

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Narra Sandra:

Estaba llegando a Madrid, al final llegué un día antes de lo previsto y quería aprovechar para dejar todo en casa e irme a la suya y estar juntas. Mi sorpresa fue que nada más abrir la puerta estaba ya ella ahí esperándome.

-Sandra: ¿Qué haces aquí? -Dejé la maleta en la entrada y fui a abrazarla y besarla.

-Nagore: Quería verte.

-Sandra: Si quedamos en que iba yo a tu casa. -Sonreí, me encantaba que hubiese venido aquí.

-Nagore: Me he adelantado. -Me besó de nuevo. -¿Has cenado?

-Sandra: Que va, si es que acabo de llegar.

-Nagore: ¿Te apetece si vamos a algún lado?

-Sandra: Me apetece más estar en casa, pedir algo y estar juntas.

-Nagore: Me gusta el plan, ¿quieres que nos quedemos aquí?

-Sandra: Como prefieras, me da igual.

Al final terminamos yendo a su casa, cenamos algo y estuvimos viendo una peli hasta que nos acostamos.

Este año no había tenido tiempo para organizarle nada parecido al año pasado, pero quería que disfrutara al máximo de su día. En mi anterior cumpleaños ella me llevó a celebrarlo a Candeleda y aunque era buena idea, era una paliza ir y volver en el día así que planeé otra cosa, eso sí, en el campo.

Ella había quedado a comer con unas amigas suyas, le dije que si podía que llegara antes de las 17:30.








Narra Nagore:

Me encantaba sentirme arropada el día de mi cumpleaños, era el día en el que podía hacer todo lo que quisiera porque me lo contemplaban y eso en cierta parte me gustaba. Antes de comer fui a tomar algo con Piedad, no me sacó el tema de Sofía, supongo que para no estropearme el momento, y luego fui a comer con tres amigas.

Volví pronto, Sandra me había pedido que si podía llegar temprano y obedecí. Tenía ganas de saber a donde me llevaría.

-Sandra: ¿Qué tal el precumple?

-Nagore: Muy bien, pero tenía ganas de estar contigo.

-Sandra: Pues no te preocupes que ya en lo que queda de día no me voy a despegar. -Me dio un beso y salimos de casa.

El sitio estaba cerca aunque decidimos ir en coche. Entramos a un local que estaba especializado en el cuidado de la piel y además tenía spa. Sandra le dijo algo a la de recepción y nos llevó a una sala.

-Sandra: Nos vamos a dar un masaje y luego ya verás.

Nos quitamos la ropa y nos pusimos una toalla, cada una tumbada en una camilla en paralelo, pero con nuestros brazos unidos.

No sé cuanto tiempo estuvimos pero la verdad es que había disfrutado un montón el masaje, me había relajado y estaba súper a gusto.

-Sandra: Vente. -Me agarró de la mano y entramos en otra sala donde había una bañera con hidromasaje bastante amplia.

Nos desnudamos y entramos, ella se puso detrás de mi y yo en ese momento me sentía en el cielo. Dio a un botón y las burbujas de la bañera empezaron a hacernos de nuevo otro masaje.

-Sandra: Feliz cumpleaños mi amor, te quiero. -Susurró en mi oído y dejó un beso en mi mejilla.

-Nagore: Gracias por todo Sandra, nunca me cansaré de agradecerte cada detalle que tienes conmigo.

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