Narra Sandra:
Me encantó dormir a su lado de nuevo, me había removido todos mis sentimientos. Me desperté y ella aún seguía dormida. No quise moverme para poder disfrutar todo lo que pudiese de este momento. Cerré los ojos y pensé, pensé en esa infinidad que quería pasar con ella.
-Nagore: Mmm. -Se estiró y se giró quedando frente a mí. -Buenos días.
-Sandra: Buenos días. -Sonreí. -¿Qué tal has dormido?
-Nagore: Muy bien, me siento muy descansada. -Sonrió ella también. -Me voy ha meter a la ducha. -Me dio un beso.
-Sandra: Vale. -Ella se fue a la ducha y yo preparé mis cosas para meterme luego.
No tardó mucho, salió con la toalla enrollada al cuerpo y yo me metí directamente al baño. Cuando ya estuvimos listas salimos a desayunar y después nos fuimos a dar un paseo por la playa y ver un poco los alrededores. Después de comer estuvimos también dando una vuelta y llegamos al hotel justo a la hora de cenar.
-Sandra: No quiero volver ya mañana. -Estábamos sentadas en la mesa e hice un pequeño puchero.
-Nagore: Yo tampoco, estoy muy bien aquí, la verdad.
-Sandra: Eso es por la compañía. -Bromeé y ella me sonrió.
-Nagore: Hombre, eso ayuda, por supuesto . -Nos trajeron la comida y cenamos.
-Sandra: ¿Ya sabes qué vas a hacer estas navidades?
-Nagore: Aún no, es un poco pronto, pero me imaginó que iré a Bilbao con mis padres.
-Sandra: ¿Y en Nochevieja?
-Nagore: También supongo.
-Sandra: ¿Es pronto para pedirte que lo pasemos juntas?
-Nagore: No lo sé Sandra, aún no sé que haré.
-Sandra: Me conformo con que lo tengas en cuenta y te lo pienses.
-Nagore: Lo haré. -Puso una pequeña sonrisa.
Poco a poco me estaba sintiendo como antes, a ella también la veía más receptiva; todo volvía de nuevo a encajar y nada me podía hacer más feliz.
Cuando terminamos de cenar salimos a dar una vuelta y a pasear un poco a Nash por un pequeño sendero en el que al final del camino, había un mirador en el que se observaba todo el mar. Estaba todo muy poco iluminado y hacía mucho frío, pero ambas éramos muy cabezonas y continuamos hasta a la farola que nos indicaba el final.
-Sandra: Definitivamente, no quiero marcharme de aquí. -Nos apoyamos en la barandilla mientras escuchábamos el sonido de las olas romper.
-Nagore: Voy a echar esto de menos. -Estaba temblando de frío.
-Sandra: ¿Tienes frío? -La abracé por detrás.
-Nagore: Un poco. -Moví mis manos sobre sus brazos para intentar que entrara un poco en calor.
-Sandra: ¿Quieres que volvamos?
-Nagore: No, así estoy bien. -Yo tenía mi cabeza apoyada en su hombro y mis brazos arropándola y pegándola a mí. -No te despegues de mí nunca.
-Sandra: Te lo prometo. -Noté como sonreía y levanté un poco mi cabeza para dejar un beso en su mejilla. -Necesitaba estos días así.
-Nagore: Necesitábamos. -Corrigió.
Respiré profundamente, no sabría explicar como me sentía en este momento. Agaché la cabeza y besé su hombro mientras ella tiritaba de frío.
-Sandra: Vamos anda, te vas a congelar. -Se giró y me abrazó con todas sus fuerzas.
ESTÁS LEYENDO
Solo tú
Romance¿Cómo transcurre una relación mediática desde el secreto hasta la exposición pública? ¿Cómo demuestro todo lo que siento? ¿Cómo me puedo sentir así por ti?