Capítulo 71

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Narra Nagore:

Desde la semana pasada el hospital se había vuelto mi segunda residencia, nada más terminar de trabajar venía aquí y por la noche me volvía a casa, aunque alguna que otra vez había aprovechado para quedarme aquí también.

-Piedad: Nagore, ¿por qué no te vas a casa?

-Nagore: No, ni loca. -Después de la operación, su aspecto había cambiado completamente, estaba super hinchada y se la veía muy débil.

-Piedad: Te pasas más tiempo aquí que en tu casa.

-Nagore: ¿Y qué quieres que haga? -La agarré de la mano fuertemente. -Piedad por favor, no te puedo perder. -Una lágrima cayó entre nuestra unión.

-Piedad: Nunca me vas a perder. -Me apretó la mano. -Vete a descansar y mañana vienes.

-Nagore: Que no quiero. -Contesté.

-Piedad: Nago, tienes también a tu familia esperándote.

-Nagore: Sandra hoy tiene programa, y ahora mismo tú eres mi prioridad.

-Piedad: ¿Y por qué no vas a darle un beso y a decirle que lo hará genial?

-Nagore: Porque ya lo sabe.

-Piedad: Mira Nago, ya os habéis perdido una vez, por favor, haz las cosas bien.

-Nagore: Y te prometo que lo intento, pero ahora estoy a esto.

-Piedad: Ve a verla. -Miró el reloj. -Ya habrá terminado de comer, estate un rato con ella hasta que se vaya. 

-Nagore: ¿Y tú?

-Piedad: Yo estaré aquí. -Me puso una pequeña sonrisa. -Yo sé que me cuidas, pero no lo hagas solo conmigo. Ve.

No me quería separar, pero también tenía razón, esta semana no había hecho ni caso a Sandra y muchas noches se había pasado a recogerme del hospital solo para estar un rato conmigo. Hice caso, me marché y tras pedir un taxi y llegar a su casa llamé.

-Sandra: Hola. -Puso una sonrisa enorme al verme.

-Nagore: Hola. -Intenté poner una yo también.

-Sandra: Ven, pasa. -Me llevó al salón y trajo un plato de la cocina. -Supongo que no has comido.

-Nagore: No tengo mucha hambre. -Se sentó a mi lado.

-Sandra: Solo un poco. -Me dio el tenedor y comí. -¿Qué tal estás?

-Nagore: No lo sé. -Tragué. -¿Tú cómo estás?

-Sandra: Contenta de que hayas venido. -Me dio un beso en la mejilla. -Sé lo complicado que es todo ahora.

-Nagore: ¿Y yo podría hacerlo mejor? -La miré a los ojos.

-Sandra: ¿Qué quieres hacer mejor? Esto no lo puedes controlar tú.

-Nagore: Ya, pero tampoco sé como manejarlo. -Agaché la cabeza. -Me encantaría estar más tiempo contigo, pero no puedo separarme de Piedad.

-Sandra: Lo sé Nago, tranquila. -Pasó su brazo por mi hombro. -Sé que haces lo que puedes.

-Nagore: Yo debería estar dándote ánimos hoy por el estreno, diciéndote que lo vas a bordar como lo has hecho siempre, y en cambio estoy aquí, siendo tú la que me animas a mí.

-Sandra: Bueno, la cosa es apoyarse, ¿no? -Soltó una pequeña sonrisa. -Aunque no lo verbalices sé que lo haces. -Volvió a darme un beso en la mejilla. -Y a mí con que estés aquí hoy, me haces la persona más feliz.

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