Sex, Alcohol, Drugs and Love. ( EN EDICIÓN)

26. Solo quiero amarte

⚠ ADVERTENCIA ⚠ Quiero aclararles que esta historia tiene contenido sexual explícito. Palabras ofensivas, lenguaje vulgar, humillación verbal y física, violación y agresión. Si no eres apto para este tipo de historias, lo mejor es no seguir leyendo.Si no, te invito a que sigas leyendo.
¡Disfrútenlo! ♥️

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Pov Off.

La luz tenue de la noche, los besos sabor a chocolate de sus labios, su piel suave que mis dedos recorren sin dejar espacio, un vaivén de sensaciones, los gemidos invadiendo la habitación, estaban volviendome loco de una manera indescriptible. Sabía perfectamente que si daba un paso en falso, todo se podría ir definitivamente a la mierda. Todos esos días de confianza, las terapias con la psicóloga y las charlas de media noche, simplemente se irían al caño si cometía un error.

Es por eso, que ahora que estoy aquí, encima de su cálido cuerpo, besando sus dulces labios y acariciando su exquisita piel, mi corazón tiene tanto miedo de cometer el error más grande. Por esa razón, es que lo beso con delicadeza, lo acaricio sin desesperación y le hago saber que pase lo que pase, yo jamás haría nada para lastimarlo.

— Dios, eres tan hermoso. — susurre cerca de su oído, sintiendo el temblor de su piel.

— Por favor... n-no dejes de besarme... — sus súplicas aumentaban el deseo que llevaba por dentro.

— No dejaré de hacerlo, porqué amo tus labios, cariño. — volví a besarlo. Con mis dientes mordía solo un poco su labio inferior y su cuerpo emitía sonidos tan agradables.

— N-no has eso... — hablaba con dificultad.

— ¿Que no quieres que te haga, cariño? — lo mire a la cara, mientras daba pequeños besos en sus labios.

Mis manos recorrían con sutileza los costados de su cuerpo. Su piel desnuda frente a mi lo único que hacía era encenderme mucho más y acelerar los latidos de mi corazón, dificultando mi respiración.

— N-no muerdas mis... mis labios así... — soltó un gemido. — M-me dan...

— ¿Te gusta? — pregunte, porqué sentía que más que disgustarse, su cuerpo respondía bastante bien con mis acciones.

— S-si... p-pero... — otro gemido salió de sus labios, cuando mi boca recorrio su cuello.

— Mírame cariño, solo mirame... — pedí con sutileza. Cuando sus ojos vidriosos por el deseo me miraron, el corazón me dio un vuelco.

En el fondo estaba asustado, su cuerpo temblaba y no se si era por el deseo, o por todos los recuerdos del pasado. Estaba excitado por hacerlo mío, pero preferiría aguantar todas mis ganas, que lastimarlo de alguna manera.

— Off... — sus manos, se elevaron para tocar mi rostro y cuando estaban cerca las retiro.

— Tocame si quieres. — dije, tomando sus manos de vuelta, quería sentir su contacto con mi piel. — Haz conmigo lo que quieras, nunca voy a decirte que no bebé.

Lo mire a los ojos de nuevo y sus caricias me hacían temblar, un simple roce de sus manos me aceleraba de maneras inigualables el corazón. Acerqué mis labios lentamente a los suyos y antes de continuar besandolo tenía que saber si él realmente quería seguir con esto, no daría ni un solo paso en falso.

— ¿Quieres continuar? Tu solamente dime que me detenga y lo haré. — susurre sobre sus labios.

— N-no... — dijo con la voz temblorosa. — Q-quiero que sigas... y-yo quiero que sigas, Off.