Sex, Alcohol, Drugs and Love. ( EN EDICIÓN)

38. INTENTEMOSLO

⚠ ADVERTENCIA ⚠ Quiero aclararles que esta historia tiene contenido sexual explícito. Palabras ofensivas, lenguaje vulgar, humillación verbal y física, violación y agresión. Si no eres apto para este tipo de historias, lo mejor es no seguir leyendo.

Si no, te invito a que sigas leyendo.

¡Disfrútenlo! ♥️

___________________

Pov Off

Las lágrimas no las contengo al igual que los besos que sigo saboreando de sus dulces labios. Sus piernas rodearon mi cintura y la sensación de paz y tranquilidad que siento justo en este momento no se compara con nada de lo terrible que he tenido que padecer y sufrir durante todo este jodido proceso.

No me importan las personas a nuestro alrededor, los murmullos, ni siquiera el chofer de mi padre que está parado a un lado de la camioneta con la cara oculta como si le diera vergüenza lo que ve. Pero sé que no diría nada despectivo porque si no mi padre le pegaría un tiro en la cabeza.

— Mi niño... — susurro sobre sus labios. — No sabes lo mucho que te extrañe yo... — no puedo seguir hablando cuando su boca atrapa la mía nuevamente.

— Te fuiste... — solloza. — Te fuiste y... no sabía nada de ti, yo... — ahora soy yo quien lo besa y es que no quiero que hable, solo necesito seguir así, abrazándolo, besándolo y recuperando el tiempo que se nos fue arrebatado por una maldita desgraciada y un asqueroso destino.

— Vámonos de aquí. — lo abrazó y entre sollozos me sonrió y asiente.

— A donde quieras. — responde y le doy un último beso antes de dejarlo con cuidado en el suelo, maravillándome de su aspecto.

— Estas precioso, más que nunca cariño. — acuno su rostro y limpio sus lágrimas.

— Y tú estás tan... — sorbé por la nariz. — Tan diferente mi amor.

Por supuesto que era diferente, me sentía incluso diferente después de haber pasado por ese terrible dolor y desasosiego que me dejó su partida. Casi no sobreviví, me fue imposible apartarme de muchas cosas, pero lo logre, por él, por nosotros. Porque aunque pensé que jamás volvería a verlo, soñaba con este momento. Con el hecho de abrazarlo, llevármelo lejos de todos y vivir nuestra historia, nuestro único momento. Nuestra verdad.

No paro de mirarlo, de detallar cómo le ha crecido el cabello, incluso veo algunos rastros de mechones claros. Sus ojos ya no denotan miedo, ni tristeza, ahora brillan y quieren comerse a cualquiera que se le atraviese por delante. Su cuerpo ya no es escuálido, maltratado ni amoratado. Ahora puedo ver sus hermosas clavículas, su piel lechosa sin un rasguño y sus encantadoras piernas cubiertas por aquel pantalón deportivo. Su aspecto es increíble y estoy tan orgulloso de él, de mí, de lo nuestro. Estoy feliz de tenerlo, estoy en paz conmigo mismo porque ahora definitivamente no lo dejaré ir. No podré siquiera ir a ningún lado en donde él no esté. Lo amo y quiero el resto de mi vida junto a él.

Estoy tan absorto en su mirada, en sus besos que no me percato del hombre que viene caminando a espaldas de Gun, quien no puede ocultar una sonrisa y viene de nuevo con la chica que acompañaba hace un rato a mi novio. Carraspea un poco antes de hablar.

— No puedo creer que salieras de la camioneta. — dice mi padre y contengo la risa. Lo dice porque estaba cagado de miedo.

— Estuve a punto de largarme. — Me suelto y veo los ojitos de Gun, que me miran como esperando que lo que dije sea mentira. — Pero el miedo y las ganas se me juntaron y aquí estoy, con el hombre que amo. — intenta ocultar la bella sonrisa.