Sex, Alcohol, Drugs and Love. ( EN EDICIÓN)

11. Tú, no puedes ayudarme.

🔞 ⚠️ ADVERTENCIA ⚠️ 🔞 El contenido de esta historia es muy fuerte, tiene temas explicitos de violencia, sexo, abuso, intento de suicidio y lenguaje ofensivo. Si no te gustan este tipo de historias te agradezco no leer, para no herir tu sensibilidad.

Pero si no, adelante.

¡DISFRUTALO!❤️

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Pov Gun.

La felicidad es efímera, irreal, fantasiosa. No es como lo pintan en las películas con final feliz, donde el amor dura para siempre. El amor de tus padres, de tus amigos e incluso ese amor que te hace paralizar el corazón, ese amor correspondido, bien recibido, un amor que no tiene cicatrices, que no tiene golpes, ni siquiera un amor abusado. Ese tipo de amor, jamás te lo muestran en las películas, nunca te explican el verdadero dolor y sufrimiento que se siente que una madre que un día fue cariñosa, luego se hiciera la vista gorda ante los abusos de un señor que hasta ese momento llamabas padre. Esa mujer a quien admiras, a quien quieres que te abrace para protegerte, un padre que se convierte en el peor monstruo de tus pesadillas, a quien le temes, a quien odias y que muchas veces piensas en cómo sería la mejor manera de que muriera.

Las películas, no te dicen lo difícil que es sentir que no quieres perder a alguien de quien ni siquiera puedes dejar que se acerque a ti, para no mancharlo, para no llenarlo de dolor ni cicatrices. No te explican lo que siente una persona cuando esos ojos te miran de esa manera, tan tormentosa, con una profunda lástima por ver cómo tu vida es una mierda. Un amor, para mi, debe ser correspondido de ambas partes. Sin una cicatriz.

¿Quién amaría a alguien como yo?

¿Quién se atrevería a besar a alguien que ha sido abusado por su padre?

¿Quien, amaria a una porqueria que solo ha tenido sexo, a consumido alcohol y drogas para despejar su mente?. Estoy seguro que nadie, absolutamente nadie, me querría como dicen las películas.

Pero para mi desgracia, mi infortunio, mi dolor. Hay alguien quien te puede traicionar aún más que tu familia, que esos padres amorosos y esa poca conciencia que te pueda quedar diciendote que no le mereces a nadie. Ese traidor, es tu maldito corazón, él hace lo que le da la gana, comienza a latir por la persona menos indicada, se vuelve loco cuando cree que el calor, la sensación, el deseo y el amor, es correspondido. Pero no, esta vez por mucho que quieras latir, por más que zumbes como un loco cuando él esté cerca, jamás dejaré que se acerque a mi. Su corazón es demasiado noble para estar conmigo, para querer a un chico tan podrido como yo.

Muchas veces no sabía si esto era la realidad, o si definitivamente estaba muerto. Recuerdo pequeñas crisis, recuerdo como el dolor, el miedo, el terror me consumía, una silla, una soga, la falta de oxígeno, la mente se me nublaba. Unos brazos sujetando mis piernas, una voz hablandome de manera delicada, susurrando que no lo dejara, que despertara, que no me dejaría ir. ¿Será eso parte de lo que mi conciencia pedía a gritos? ¿Estaría soñando despierto? No lo sabía, no estaba seguro que era cierto y que no.

Unas manos recorrieron mis piernas desnudas, estando nuevamente en un cuarto oscuro, sintiendo esas manos rasposas, ese peso encima de mí, un aliento a cerveza, ron o cualquier otra cosa. No era dulce, no era una sensación de deseo. Quería vomitar, quería gritar, quería que me soltara. Ya no quería que siguiera tocándome. Entonces, como en una película de puro horror, su rostro volvió frente a mi cara.

— N-no.. — mi voz apenas si salía. — S-suéltame... S-suéltame..

Era asqueroso, repugnante, doloroso. Ese monstruo, aparecía cada vez que se le diera la gana, jamás me soltaria, jamás me dejaría ir ni que muriera mil veces. Una sensación de llenura, un escalofrío de puro asco y terror. Una sensación de miedo, un monstruo que me golpeaba, me dañaba, que se empujaba dentro de mí como el peor hombre de la tierra.