Termino de abrochar el último botón de la camisa y me quedo unos segundos viéndome en el espejo. Sin que pueda evitarlo una ridícula sonrisa se forma en mis labios.
La camisa me va grande en algunos lados, pero me llega hasta cubrir la mitad de mis muslos. No sé qué diga Elliot cuando me la vea puesta. La verdad es que la tomé de su armario sin pedir permiso, pero necesitaba algo cómodo para dormir porque no quería hacerlo con el vestido que llevaba puesto.
En fin, dormir con ropa de Elliot se siente extrañamente agradable.
Suelto un suspiro y me doy la vuelta para irme a la cama. La ducha que tomé me relajó un poco pero todavía me siento agotada. ¿Y cómo no estarlo? He bebido, bailado y además follado tres veces en las últimas dos horas. Todo eso para una sola noche sí que es bastante, pero me ha gustado. Ha sido un buen cumpleaños para variar.
Me acomodo sobre el colchón y me relajo soltando otro largo suspiro. Tomo una de las almohadas, y la abrazo con fuerza, trayéndome la imagen de Elliot a la mente.
¡Carajo! ¿En serio acepté regresar con él? ¿En serio acepté ser su amante de nuevo?
Definitivamente una puede hacer estupideces estando ebria.
No, no puedo culpar al alcohol. Ni que hubiera bebido mucho. Solamente fueron un par de tragos, así que debo ser madura y responsable de las decisiones que he tomado por mi propia voluntad, porque lo cierto es que yo sí quería volver.
Desde la acalorada conversación que tuvimos ayer en su oficina, no había dejado de darle vueltas al asunto en mi cabeza. Elliot supo cómo revolver mis sentimientos con sus palabras. No sé si todo lo que me dijo era simplemente labia para convencerme, pero definitivamente aquí están los resultados: Soy su amante de nuevo.
Un nudo extraño se forma en mi estómago cuando empiezo a asimilar la situación. Sé muy bien que probablemente estoy involucrándome de más, porque aunque por un lado solo lo hice por seguir disfrutando del placer que me ofrece Elliot, por otro lado lo hice por la sencilla y estúpida razón de que me he acostumbrado a él y su compañía, de alguna u otra manera.
Elliot me está haciendo sentir cosas que no debe, pero ahora no dejo de pensar en que él me ha dicho lo mismo. ¿Por qué estamos en esta situación?
Solo sexo sin amor, dijimos. Ahora me pregunto: ¿Dónde carajos quedó esa regla?
La puerta de la habitación se abre y de inmediato mi atención se vuelca en esa dirección.
Elliot entra secándose el cabello con una toalla. Recién acaba de ducharse, así que está descalzo y vistiendo únicamente unos pantalones de chándal. Mis ojos se pierden contemplando su torso desnudo donde algunas gotas de agua todavía se deslizan sobre su marcado abdomen. Me fascina cómo se ven sus brazos y sus hombros. Tan firmes y fuertes. Este hombre es demasiado sexy.
Cuando sus ojos se alzan y me mira, una sonrisa se dibuja en sus labios.
—Veo que ya te pusiste cómoda.
Me remuevo en mi lugar, hasta quedar sobre mi costado para verlo mejor.
—Espero no te importe que haya tomado una de tus camisas.
—Para nada. —Sus ojos recorren mi cuerpo con mucha atención. —Te ves muy caliente vistiendo mi camisa. Dime: ¿llevas algo debajo de ella?
Muerdo mi labio inferior —Solo mis bragas.
Sus ojos se oscurecen al instante. Tira la toalla por ahí en algún lado y luego de apagar la luz, se acerca a la cama hasta sentarse en el borde. Su mano comienza a hacer un recorrido lento desde la pantorrilla hacia arriba. La piel se me eriza al instante y el nudo en mi vientre hace acto de presencia cuando sus dedos continúan las caricias hasta llegar a la curva de mis glúteos. Cuando creo que va a ir por más, se detiene de repente.
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¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]
RomanceÉl es arrogante, ella también lo es. Él es astuto, ella lo es mucho más. Él cree que es un experto en el arte de la seducción, ella le desmostrará que es mejor. Dos polos completamente iguales. Totalmente dispuestos a desafiar las leyes, porque no...