Capitulo 18 | Elliot

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Es bastante temprano cuando llego a la oficina. Sarah es la única empleada que se encuentra en toda esta planta. De hecho, creo que es la única que empieza su horario a las 7:00am.

—Buenos días, señor Reynolds —me saluda cuando paso frente a su cubículo.

—Buenos días —le contesto, y sigo de largo.

Paso las puertas dobles, y me recibe una estancia completamente vacía. Sigo derecho hasta mi oficina y justo cuando estoy pasando la tarjeta de acceso por la cerradura, capto un pequeño movimiento a mi lado izquierdo. Frunzo el ceño y decido ir a revisar. Camino a paso lento y cauteloso. Se supone que no había nadie.

Cuando ya estoy bastante cerca, la reconozco a pesar que está de espaldas. Está acomodando unas carpetas sobre su escritorio y me pregunto: ¿qué hace aquí tan temprano?

—Buenos días, Mandy.

Al oír mi voz, da un enorme respingo del susto y se gira de inmediato, casi ahogando un grito.

—¡Ay, por Dios! ¡Qué susto! —dice, llevándose una mano al pecho.

—Lo siento. No fue mi intención asustarte —me disculpo, hundiendo las manos en los bolsillos del pantalón. —¿Qué haces aquí tan temprano?

Regresa a su labor de acomodar las carpetas y responde:— Sí, ya lo sé. Es que recibí un correo de parte del señor Baldwin, ayer, y pedía agendar una reunión para el día de hoy a las siete y media, así que tenía que venir temprano para tener todo listo.

Reviso la hora en el reloj de mi muñeca. Son las 7:12am.

—¿Y por qué no me avisaste?

Vuelve a girarse para verme y hace una mueca tímida —Es que... acordamos todo con Jared. Él dijo que se haría cargo, porque... —baja la mirada—, él creyó que usted no vendría a la oficina hoy.

Jared es un idiota por haber hecho ese cometario. Sé perfectamente qué estaba pensando.

—Pues yo también estaré presente en esa reunión —anuncio con tono autoritario, y sin decirle más, me giro para regresar a la oficina.

Una vez adentro, me dejo caer en la cómoda silla detrás de mi escritorio, y suelto un largo suspiro. Un pensamiento invade mi mente:

¿Ya se habrá despertado Olive?

No se despertó mientras daba vueltas por la habitación, vistiéndome. Estaba profundamente dormida cuando salí. Seguramente no se dio cuenta de nada, así como tampoco notó que no dormí con ella. No pensaba hacerlo, porque desde un inicio mis intenciones eran follármela y hasta ahí. No más.

No me gusta quedarme a dormir con ninguna mujer, luego de habérmela follado. Eso es para las parejas. Lo mío es una noche de pasión con alguna amante y ya. Olive no fue más que eso, y, aun así, rompí algunas reglas con ella.

Jamás llevo a una mujer a mi pent-house, pero la llevé a ella. No sé por qué carajos lo hice, pero lo hice. Jamás me follo a una mujer, dos veces la misma noche. No necesito más. Sin embargo, ayer, con Olive, también rompí esa regla. La única regla que me queda es: no repetir con una mujer. Ha habido únicamente un par de excepciones en las que sí he repetido, pero realmente no es lo mío. Sobre todo porque quiero evitar que las mujeres crean que tienen algún tipo de vínculo conmigo y luego quieran que ya no solo sea sexo, sino toda esa mierda sentimental.

Esto último significa que, no voy a repetir con Olive.

Paso el dedo medio e índice de mi mano derecha sobre mis labios, en gesto pensativo.

¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora