Dejo la pequeña caja sobre el colchón de mi cama, y me quedo de pie, sonriendo como niña pequeña tan emocionada por el regalo. ¿Qué me habrá enviado?
Cuando él me dijo que me tenía un regalo para esta noche, la curiosidad no me dejó tranquila. Yo quería saber qué era, pero por más que le pregunté, no quiso decirme nada. Él sabe que yo soy muy curiosa y por eso le fascina jugar al misterioso.
Muero de ganas por abrir la caja y revisar qué es, pero decido que primero le enviaré un mensaje a Elliot. Así que tomo mi teléfono y lo hago.
«Ya lo recibí.»
Mi teléfono suena casi de inmediato, notificándome de su respuesta.
«¿Ya lo revisaste?»
«A eso voy. Muero de curiosidad.»
Dejo el teléfono sobre la mesita de noche y me acerco a la cama para abrir la caja de una vez. Cuando levanto la tapa, veo la pequeña nota que hay dentro. Apuesto lo que sea a que esta es la letra de Elliot.
Sonrío como boba mientras leo lo que dice.
"Vi esto en la tienda, e inmediatamente pensé en lo sexy que lucirías con él. Ya quiero verte usándolo esta noche.
Postdata: También muero de ganas por quitártelo después."
Vaya nota. Siento que me he sonrojado o... ¿excitado? No sé.
Termino de revisar el contenido de la caja y casi me quedo boquiabierta cuando lentamente saco el hermoso vestido.
La tela es de satín y es de color gris oscuro. Calculo que me quedará hasta un par de centímetros arriba de las rodillas. Es de tirantes muy finos y veo que tiene un escote pronunciado que dejará al descubierto mi espalda. Es bastante provocativo sin duda, pero está perfecto y me encanta, y no tardo en hacérselo saber a Elliot.
Vuelvo a tomar mi teléfono, pero esta vez decido hacerle una llamada.
—¿Te gustó? —dice apenas responde.
—Me encantó —digo incapaz de ocultar que estoy sonriendo. —Tiene buenos gustos, señor Reynolds.
—Por eso me gusta usted, señorita Blair —dice con toda la tranquilidad del mundo, sin saber el hermoso caos que esas palabras arman dentro de mí.
Me aclaro la garganta, tratando de esconder las emociones.
—Siempre vendrás por mí a las siete, ¿verdad?
—Por supuesto y más te vale que ya estés lista cuando llegue.
—Lo estaré. No te preocupes, señor puntual —digo burlona.
—Perfecto. Te veo al rato.
—Okay.
Me despido y cuelgo la llamada.
Un extraño nudo se forma en mi estómago. Ay, Dios.
¿Son esas mariposas que dicen que una siente cuando está enamorada? Seguramente sí.
Hace tanto tiempo que no sentía este tipo de cosas. A diferencia de Elliot, yo sí me he enamorado antes pero fue hace mucho tiempo. Me enamoré de Fred, pero luego todo cambió y terminé olvidando estas bonitas sensaciones que alguien puede causarte: la emoción, los nervios y la felicidad. No pensé sentirlas de nuevo, ni mucho menos creí que Elliot sería el causante. Jamás. Ni en mis pensamientos más remotos imaginé que terminaría enamorada de Elliot Reynolds o que él se enamoraría de mí.
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¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]
RomanceÉl es arrogante, ella también lo es. Él es astuto, ella lo es mucho más. Él cree que es un experto en el arte de la seducción, ella le desmostrará que es mejor. Dos polos completamente iguales. Totalmente dispuestos a desafiar las leyes, porque no...