Mi ceño está ligeramente fruncido en señal de concentración, mientras mi vista está clavada en la pantalla de mi computadora. Estoy tan distraída, que cuando la puerta de mi oficina se abre, repentinamente, doy un brinco del susto.
Mandy entra a toda prisa, con una no muy buena cara. Alzo la mirada para verla, cuando se detiene justo enfrente de mi escritorio, con los brazos cruzados. Abro mi boca para preguntarle qué sucede, pero me deja decir nada.
—¿Cómo está eso de que hoy tienes una cita con Elliot Reynolds?
—Ah. Así que ya lo sabes —respondo con desinterés.
—Por supuesto que ya lo sé —dice molesta. —Y no sabes lo mal que me siento al darme cuenta por alguien más, y no por mi mejor amiga.
De inmediato frunzo el ceño —¿Cómo te diste cuenta?
Ella hace un desdén con la mano —Accidentalmente escuché que Elliot se lo decía a Jared... Pero ese no es el punto. La cuestión es: ¿por qué no pensabas decirme?
—Mandy, no seas exagerada. El hombre casi acaba de invitarme, en la junta de hace un rato.
—Mmm es que tenía mis dudas, Liv. La última vez te lo comiste en su oficina y yo me di cuenta dos días después.
Le hago mala cara por su comentario, pero muy a mi pesar, sonrío —Ya deja de reprocharme por eso, Mandy.
—Entonces, ¿vas a decirme dónde será la cita?
De inmediato su cara adopta esa expresión de cuando algo le emociona.
—Pues no sé. No hemos hablado nada al respecto. —Vuelvo a distraerme, viendo la pantalla de la computadora.
—Te ves tan emocionada —exclama con sarcasmo.
—¿Y cómo por qué debería estar emocionada?— La veo de reojos. —Sí, admito que su propuesta fue una sorpresa para mí y que siento la curiosidad por saber sus motivos, pero no estoy emocionada.
—Eres tan fría, Olive. Casi nunca nada te conmueve.
—¿Sabes qué? Mejor regresa a trabajar —le hago señas con mis manos para que salga.
—Ah, ¿me estás corriendo de tu oficina?— Pone una mano en su pecho, fingiendo estar ofendida.
Me rio —No. Amablemente te estoy pidiendo que me dejes trabajar.
Entrecierra sus ojos y me señala con el dedo índice de su mano derecha, de manera acusadora —Más te vale que me cuentes todo cuando llegues al apartamento, ¿okay?
—Será una cena, ¿qué quieres que te cuente? ¿Cuál era el menú?— Me burlo.
Ella sonríe con malicia —Sí. Porque algo me dice que el menú incluirá al atractivo jefe como postre.
—De veras que tienes un mente tan alcanzativa —niego con mi cabeza, divertida. —Te aseguro que no va a pasar nada de eso.
—Ah, claro. Eso dijiste la última vez.
Me quedo callada, porque no tengo nada con qué defenderme. Ella tiene la razón en lo que ha dicho y sinceramente ya no puedo asegurar nada respecto a Elliot.
—El que calla otorga —se burla cruelmente y le dedico una mala mirada.
Por fin se gira para salir de la oficina, pero justo antes de hacerlo, se detiene y me mira de nuevo con una expresión realmente extraña.
—Por cierto —dice—, Eduard preguntó por ti. Dice que para cuándo serán novios de verdad.
Mis ojos se abren exageradamente —¡Mandy! ¡No me digas que le contaste!
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¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]
RomanceÉl es arrogante, ella también lo es. Él es astuto, ella lo es mucho más. Él cree que es un experto en el arte de la seducción, ella le desmostrará que es mejor. Dos polos completamente iguales. Totalmente dispuestos a desafiar las leyes, porque no...