Me es completamente imposible evitar hacer un mal gesto con el rostro, cuando oigo sus palabras; pero me contengo grandemente para no soltar un suspiro, y que note cuan aburrido me es esto. Me limito a sostener el teléfono contra mi oreja, guardando silencio, fingiendo como si realmente estuviese escuchando lo que dice. La verdad es que no. Solo le he escuchado lo último, y por suerte ha dicho que debe colgar.
—No hay problema. Yo también debo irme —suelto con naturalidad.
Murmura unas palabras más como despedida, y por fin, la línea queda en silencio cuando cuelga la llamada. Resoplo y dejó el celular sobre el escritorio, para posteriormente cubrir mi rostro con ambas manos.
—Paciencia. Paciencia —murmuro contra las palmas de mis manos, varias veces.
Como odio tener que hacer esto. He perdido minutos valiosos con esa llamada. Bien pude haber revisado la carpeta que me trajo la asistente, porque estoy seguro que ya vendrá por ella, y no sé ni de qué es.
Ahora me llevo las manos a las sienes, para hacerme un pequeño masaje. Escucho unos golpes a la puerta y me las arreglo para hablar fuerte.
—¡Adelante!
Escucho cuando alguien entra, pero sigo sin levantar la mirada. Mis ojos siguen cerrados intentando relajarme con el pequeño masaje. Escucho unos tacones. Debe ser la asistente que viene por las carpetas.
—Todavía no he podido revisar las carpetas, Mandy. Dame unos minutos y yo mismo te las llevo después.
—No soy Mandy, pero puedo llevarle ese recado si quiere.
Alzo la mirada al instante —Ah, es usted señorita Blair —retiro las manos de mis sienes y me yergo en mi lugar. —¿En qué le puedo ayudar?— sin que pueda evitarlo, suelto un suspiro cansino.
—¿Se encuentra bien?— pregunta, frunciendo un poco su delicado ceño.
En serio me veo tan mal, ¿o por qué pregunta?—Estrés laboral —respondo con algo de desinterés, y quizá mi respuesta no sea tan convincente, pero ella no profundiza más. Se limita a hacer una pequeña mueca.
También hoy luce bastante hermosa, y ya lo había notado desde temprano cuando llegué y la vi, pero ahora que la veo de cerca, puedo darme mucha más cuenta de ello. Sin embargo, justo ahora, quizá no tengo el mejor ánimo como para entrar en mi modo acosador, así que no la veo demasiado atento.
De todas maneras, ¿notará ella la manera en que la veo? Creo que no. De lo contrario, siendo ella como es, seguramente ya me hubiese hecho algún comentario o más bien, reclamo.
Se aclara la garganta, lo cual llama mi atención de nuevo.
—Necesitaba pedirle una firma —anuncia y me muestra un documento. —Es una autorización para que el departamento de Producción empiece a trabajar con los brochures para la exposición —explica.
Sin que pueda evitarlo, sonrío —Señorita Blair. Usted no necesita ninguna autorización para ese tipo de cosas. Usted misma puede autorizarlas y los departamentos deben empezar a trabajar como y cuando usted se los pida.
Hace un pequeño encogimiento de hombros —Me parece que es mucho mejor si su firma figura en el papel —sonríe un poco, y me extiende dicho documento.
Lo tomo y de inmediato lo firmo, para luego devolvérselo.
—¿No va a revisarlo?— pregunta dudosa, mientras lo acepta de vuelta.
Ahora es mi turno de encogerme de hombros —No lo veo necesario —me observa incrédula y le aclaro:— Señorita Blair, ya se lo dije. Usted puede pedir lo que sea, y como sea. El proyecto es prácticamente suyo, así que yo no voy a interferir su ejecución, a menos que usted me lo pida. De lo contrario, estoy completamente seguro que lo lleva de la mejor manera.
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¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]
RomanceÉl es arrogante, ella también lo es. Él es astuto, ella lo es mucho más. Él cree que es un experto en el arte de la seducción, ella le desmostrará que es mejor. Dos polos completamente iguales. Totalmente dispuestos a desafiar las leyes, porque no...