EXTRA 1 | MILLÓN DE LECTURAS

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Elliot

Hace media hora que el jet despegó del aeropuerto. Vamos rumbo a Atami para el cierre de campaña de S.T, y... por otro pequeño asunto personal.

Últimamente creo que todo me está yendo bien. Tanto en el trabajo como en mi vida personal. Olive y yo nos mudamos a su antigua casa hace un mes aproximadamente, y ha sido una de las mejores cosas que hemos hecho. Me encanta pasar más tiempo juntos, viviendo bajo el mismo techo, dormir abrazados cada noche, despertar y hacer el amor cada mañana. Es perfecto.

Ella hace que todos mis días sean perfectos.

En ese momento levanto los ojos y la veo frente a mí. Su mirada está fija en la laptop que yace sobre su regazo mientras teclea quien sabe qué. Luce radiante y atractiva el día de hoy. Bueno, siempre es así, pero hoy lo es mucho más. Sobre todo con ese vestido.

Apoyo mi codo sobre el reposabrazos de mi asiento y me llevo la mano a la boca para pasarme los dedos en los labios y la miro con mucha atención.

—Listo —dice una vez termina de escribir lo que sea que escribía—. Acabo de enviarles el correo a Mecaservice con la nueva propuesta para su próxima campaña.

En ese instante levanta los ojos y me mira.

—¿Qué? —pregunta, extraña, seguramente por la manera en que la estoy viendo.

—Nada. Simplemente estoy disfrutando verte.

Me sonríe de inmediato.

—¿Disfrutas verme?

—Como no te imaginas. —Le sonrío—. Ven aquí —digo palmeando mi muslo derecho para indicarle que quiero que se siente ahí.

La misma sonrisa traviesa se forma en sus labios. Luego deja la laptop a un lado en el asiento y se pone de pie para venir a mí.

Joder. Definitivamente me encanta cómo luce con ese vestido.

Termina sentándose en mi regazo e inmediatamente sus brazos rodean mi cuello. Mis manos se aferran a su cintura para estrecharla contra mí.

—¿Ya le he dicho lo mucho que me encanta, señorita Blair? —pregunto casi rozando mis labios sobre los suyos.

Ella hace un gesto pensativo.

—No recuerdo cuándo fue la última vez que me lo dijiste.

Muevo mi rostro solo para acercar mis labios a su oído y susurrarle.

—Creo que fue ayer mientras lo hacíamos en la oficina.

Muerdo el lóbulo de su oreja y puedo sentir cómo toda su piel se eriza. No me contengo y termino pegando mis labios a la piel de su cuello para disfrutarla. Un pequeño gemido escapa de sus labios provocándome una reacción inmediata.

—Mmm —murmura mientras se reacomoda al sentir mi erección.

Vuelvo a mover el rostro para unir su boca a la mía y la beso muy lento. Introduzco mi lengua y con ello provoco que vuelva a gemir. Qué dulce tentación.

—¿Hace cuánto tiempo no hacemos algo con un poco de adrenalina? —murmuro sobre sus labios.

Ella se aleja para verme a los ojos.

—¿En qué estás pensando, Elliot?

Mis manos la reacomodan de manera que la dejo de espaldas hacia mí. Levanto un poco las caderas para hacerle sentir mucho más mi erección y vuelvo a acercar mis labios a su oído.

—¿Tú en qué crees que estoy pensando? —pregunto pretencioso.

—¿Aquí y ahora? —pregunta con la voz cargada de deseo.

¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora