𝑽𝒐𝒚 𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒎𝒊 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂

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Empezaré por contarte un poco sobre mí, te contaré sólo lo importante:

Soy la típica adolescente que vive con sus padres y es hija única, vivimos felices, con problemas como todas las familias, pero felices.

Acabó de ingresar a la secundaria, falta una semana para que acaben las vacaciones y comience el período escolar, cosa que no me hace mucha gracia, pero afortunadamente obtuve un lugar en la secundaria que quería y la cual me cambiaría la vida para siempre...

Tengo amigos como todo el mundo, pero sé que de todos ellos sólo pocos son capaces de dar la vida por mí y entre ellos está Laura, sí, sé que suena como a la cantante, pero sus padres no habían pensado en eso al momento de ponerle su nombre, de hecho, ni sabían de la existencia de tal, además de que se escribe diferente.

Laura es mi amiga desde la infancia, he vivido tantas cosas con ella que les puedo asegurar que es la hermana que nunca tuve, hemos estudiado juntas en las mismas escuelas desde el kínder hasta esta nueva etapa de la secundaria, tengo entendido que la secundaria no es fácil, pero sin duda con ella resultará menos complicada.

La última semana antes de entrar a clases pasó muy rápido, llegué a la escuela temprano y ahí estaba Laura, esperándome tal como lo habíamos planeado, teníamos pensado llegar temprano para dar una vuelta por las calles de alrededor y conocer un poco más sobre el lugar, no había gran cosa, sólo las típicas que hay alrededor de una escuela: papelerías, tiendas, centros de internet, un sitio de taxis/ transportes, restaurantes, frente a la escuela había un centro médico, quiero pensar que era por si llegaba a pasar un accidente dentro de la escuela y a espaldas de esté había un conjunto de áreas verdes y canchas para practicar diferentes deportes, eran áreas muy bonitas, había poca seguridad y sin duda sería el mejor lugar para los estudiantes cuando no les apetecía entrar a la escuela.

Llegó el momento de entrar a la escuela y sabíamos que los primeros días no haríamos gran cosa ya que tendríamos que pasar por el típico proceso de conocer nuestros horarios de clases, conocer a los profesores de cada materia, presentarte ante la clase con el típico: "Mi nombre es... Mi edad es... Vengo de tal escuela... y al final... Espero tal cosa del curso..."

Realmente era muy fastidioso llevar a cabo ese mismo proceso en cada clase que entrábamos, pero creo que era una orden que cada profesor había recibido del director, los profesores decían que era para que entremos en confianza con ellos y con nuestros compañeros.

Lamentablemente Laura y yo no coincidimos en el mismo grupo, así que gran parte del día estábamos separadas, cada una se ocupaba de sus propias cosas y el único momento en que nos reuníamos era en la comida. Hablábamos de cómo iba el primer día de clases y lo mucho que nos esperaba por delante, sabíamos que en esa escuela había profesores encargados de "Talleres", éstas eran clases especializadas en un oficio, existía: computación, electricidad, máquinas y herramientas, industria del vestido, secretariado y contabilidad.

Cada taller trataba de algo diferente, las clases se daban tres días a la semana y eran clases de 4 horas seguidas, aún tenía dudas de que taller tomar, pero por alguna razón tenía mucho interés en computación, me gustaban las computadoras y pensaba que sería una materia bastante fácil, no sabía que profesor o profesora lo impartía porque claro, era el primer día de clases, aunque había algo que me llamaba mucho la atención hacía ese taller.

Aún teníamos algunos días por delante para pensar a que taller nos postularíamos, así que decidí no pensar en eso por ahora y concentrarme en las clases que aún quedaban por delante.

Quién iba a pensar que tal decisión cambiaría mi vida para siempre...

Amor imposible [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora