Alma Eclipsada I: Sombras De Conminacion

El Camino

Alexa

Pero tan fácil como apareció, la sonrisa de Nexalia rápidamente se desvaneció.

—Me alegra que quieras entrenar más Alexa, pero, necesito tu ayuda en algo.

—¿Uh? ¿De qué trata? —mi fuerte motivación rápidamente se convirtió en intriga.

—Hay un objeto, que necesito.

Una de las plantas de Ine trajo un mapa, era el mapa del continente, no tan detallado.

—Aquí.

Señaló un extremo oeste, cerca del mar, el lado opuesto de donde estaba ubicado el puerto Hage, serían bastante tiempo de viaje para llegar ahí.

—Aquí hay un faro abandonado, dentro de el, en un subterráneo, ahí está el símbolo de activación.

—¿Símbolo? Entiendo. ¿Para qué lo necesitas?

—No te puedo decir eso, pero es algo sumamente importante.

Rápidamente ella desvió la mirada, algo de esto no me gustaba.

—Pero, mi entrenamiento con ustedes dos no ha acabado... No creo estar lista.

—Tu dominio con la espada mejoró considerablemente, el control de tu poder también, creo que estás lista.

—¿Y Kendall qué opina de esto? —puse mis manos en mis mejillas viendo a la chica.

—No le comenté, seguro que si lo hago, intentará detenerte o iría contigo.

—¿Por qué no es bueno que vaya conmigo?

—Eres la única que puede entrar ahí.

—¿Eh? ¿Cómo estás tan segura?

—Ya lo entenderás.

Parecía haber evitado mi pregunta, solo suspiré, realmente algo no me gustaba de todo esto.

—El viaje a pie tomará mucho —dije viendo la distancia del mapa.

—Puedo llevarte rápidamente a un lugar cercano.

—¿Eh?... —quedé completamente confundida, eso era imposible.

—Algunos eclipsados, pueden usar su poder para llegar rápidamente a un lugar, yo con mis plantas, te puedo ahorrar más de medio viaje. Quizás tú logres hacer algo parecido en el futuro.

—E-eso es genial... Pero suena peligroso —me asustaba lo que podría pasar si fallara, algo como quedar esparcida por diferentes lugares del continente, era un pensamiento gracioso y aterrador.

—Estate tranquila, solo sentirás en todo tu cuerpo un cosquilleo —dijo con confianza la eclipsada.

Eso solo me daba mucha más desconfianza. Luego Inexa señaló un lugar en el mapa.

—Hasta aquí te llegará mi poder.

Ciertamente era un lugar cercano, unos días de viaje hasta el faro desde esa ubicación.

Inexa me entregó el mapa, yo lo recibí.

—Bien, prepara tus armas y unas provisiones, partirás ahora.

—¡¿E-espera ya?! —eso era muy repentino.

—Es mejor que lo hagas ya, además por el tema de Kendall

Al mencionar a Kendall tomé con fuerza la pulsera que me había regalado.

Suspiré y entré a mi habitación, supongo que no había de otra, sentía que estaba traicionando la confianza del chico al no decirle.