Alexa
Las Máscaras se fueron por separado de nosotras, Kath por alguna razón me escoltó lejos de ellos, pero igual íbamos en la misma dirección.
Fuimos absorbidos en agua y teletransportados a un lugar cercano a nuestro destino.
—¿Recuerdas bien lo que tienes que hacer?
—Si, todo está claro. —Dije, alzando mi puño intentando ser algo entusiasta con una leve sonrisa dibujada en mi rostro.
—Bien. —Pero la chica no reaccionó como esperaba, solo se colocó su máscara rota y camino, yo la seguí.
Recorrimos un gran prado, a los alrededores podían verse casas y estructuras abandonadas, donde ya la naturaleza se había apoderado de estos.
Era un espectáculo tanto asombroso como triste, cuántas personas perdieron su hogar al sur del muro, hogares a los que posiblemente jamás volverán, y a los que ahora son pertenencias de la naturaleza y el olvido.
A lo lejos pude ver lo que parecía un muñeco de juguete, absorbido por raíces.
Un dolor azotó mi cabeza, por instinto dirigí mi mano a esta intentando calmarlo.
Volvieron, leves memorias cortas, en ellas podía ver a la misma chica de cabello blanco, pero esta vez parecía más pequeña, una niña prácticamente, en su rostro, una gran sonrisa, sin su cicatriz en su mejilla y vistiendo harapos.
Los alrededores eran oscuros, la tierra era negra, no parecía ningún lugar que mi yo actual conozca, pero por algún motivo, ella se ve muy feliz, pese a estar en ese escenario tan depresivo.
—Vamos, Alexa. —Ella me extendió su mano, en su otra mano, llevaba un peluche, un oso.
—Alexa. —otra voz me devolvió a la realidad, Kath tocaba mi hombro, llamando mi atención— ¿Estás bien? —Preguntó.
—S-Si... No es nada. —Reí levemente, ella asintió y siguió caminando.
Antes de seguirla, mire el peluche un rato más, pensando en aquella chica, pronto la veré, y descubriré porque siempre está ella en mis memorias, aunque dudo preguntarle algo de mi pasado.
Seguimos caminando, nos encontramos en el camino con más estructuras abandonadas, como molinos, lo que parecían viejas maquinarias de guerra, además de varios esqueletos con armaduras o viejos uniformes.
—"Teniente Aarón, ejército humano, año 718" . —Este hombre lleva doce años muerto.
—Alexa, no te distraigas. — Kath me despertó de mis pensamientos.
—Vale, perdona. —Me disculpé y seguí caminando.
Entramos en un profundo bosque, con el sonido de los pájaros alrededor, el viento soplando y un leve sol que se escabulle entre las hojas.
Pero mientras más avanzamos, menos de esas cosas aparecían, una parte del bosque se había quemado, había rastros de sangre, cosas que no eran ramas carbonizadas, y la nieve se había derretido.
—Ahí está —Dijo Kath.
Levanté la vista, notando lo que había al frente, una gran muralla, que se alzaba varios metros por encima, tapando la luz del sol, creando una gran sombra sobre nosotras, el gran muro era totalmente de metal, con varios rasgos de oxidación y daño a su alrededor.
El monstruo había mencionado el ataque al muro, ¿Lograron detenerlo? Aunque parece que sufrieron daños.
—Ellos están algo distraídos ahora, podemos avanzar sin miedo a ser vistas.
—Okey... —Dije, siguiendo a la chica, quedamos cerca del muro, yo por instinto lo toque, notando el frío metal en este, que congelaba mi mano.
—Estamos cerca, solo hay que seguir derecho. —Comentó Kath, yo solo continúe siguiéndola.
Mientras más avanzamos, más nos alejamos del rastro de destrucción que vimos anteriormente, todo parecía más tranquilo por este lado del muro, hasta que nos topamos con una gran puerta, donde me alarmé.
—Tranquila, ahora todos están ocupados en la puerta central, no habrá nadie aquí.
—Okey... Si tu lo dices. —Aún con mis dudas, seguí a Kath, más allá de la puerta, hasta llegar al borde del mar, habíamos caminado varias horas, entre varios descansos.
—Ehm... ¿Y ahora? —Pregunté a Kath, ella caminó sobre el agua, aunque gracias al invierno, esta estaba congelada, al menos por la parte más cercana a tierra, no lo había notado antes.
—Camina con confianza, será un largo camino —Dijo ella, pasando lenta y coquetamente un dedo por mi rostro y labios, lo cual hizo que me sonrojara levemente.
Chasquee la lengua y pise el hielo, resbalándome levemente, aunque pude mantener el equilibrio.
Podía ver a lo lejos una estructura, a esta distancia se veía pequeña, pero estaba conectada por un gran puente a tierra, supongo que era allá donde nos dirigíamos.
Por ahora el suelo era firme, no se había roto en ningún momento, aunque igual había generado leves grietas al pisarlo.
Mientras más nos acercamos, más grande se veía la prisión, un lugar oscuro y sombrío, despojado de todo color y vida, sentí un cosquilleo en el estómago al verlo, no era un buen augurio.
Al pisar, por primera vez en todo el recorrido, el hielo se rompió, provocando que mi pie se hundiera en la fría agua, sentí escalofríos al contacto.
Rápidamente Kath me ayudó a salir, yo empezaba a temblar de frío.
—Ten cuidado, a partir de ahora, el suelo es menos firme.
—Si, lo acabo de notar. —Mirando el agujero que dejé, pude notar que en el fondo había algo. —¿Qué es eso?
—Trampas, llevan ahí desde la guerra, seguro ya estarán obsoletas, igual hay que tener cuidado. Dijo Kath, para luego caminar dándome la espalda y seguir.
Yo trague saliva, ya estábamos bastante cerca de la prisión, la cual desde ahora se veía mucho más grande que antes.
Cuando estemos ahí, esperemos la señal. —Dijo Kath, subiendo por algunas rocas que sostenían el lugar.
Al llegar a una plataforma de la prisión, Kath asesinó a tres guardias que estaban vigilando esa zona justamente.
Ella los mató, jamás había visto a alguien asesinar a una persona, me sentí asqueada y arrepentida por un momento, casi vomito, lo hubiera hecho si justo en ese momento no hubiera desviado la mirada.
—¿Por qué lo hiciste? —Pregunté sin verla.
—Es algo necesario Alexa, tu también tendrás que matar a alguien algún día.
—Yo... jamás lo haré.—Llegue aquí sin hacerlo, seguiré sin hacerlo.
—Como sea, haz lo que quieras. —Dijo la chica, que estaba distante conmigo en los últimos días.
Evité mirar los cuerpos mientras ella los tiraba al hielo.
Kath sacó un reloj de su cintura, viéndolo por unos segundos.
—Falta poco, debes prepararte.
La máscara con su agua y armas taladro parte del metal del lugar, quedando cerca de varios mecanismos.
—Esta parte es vieja, así que con una descarga tuya, se expandirá por todo el lugar. —ella retrocedió, dejándome espacio para acercarme al cableado.
—Ponte en posición. —Puse mis manos cerca esperando la señal, aun sin quitarme el asesinato de la cabeza, por otro lado aun no sentía lista para hacer una descarga tan grande, ¿Qué pasara conmigo? ¿Esto es lo correcto? Aunque ya era muy tarde para retractarse, tengo que hacerlo entonces.
De repente se escuchó un gran sonido, un disparo, que hizo que me doliera levemente la cabeza y trajera rápidos recuerdos que no pude reconocer, el disparo explotó algo en el aire.
—¡Ahora! —Grito Kath, yo en ese momento, tomé aire y realice mi acción.
![](https://img.wattpad.com/cover/254978131-288-k850277.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Alma Eclipsada I: Sombras De Conminacion
FantasiaEn un continente desangrado por la guerra, dividido en dos por una gran muralla, tras dieciocho años después de un gran conflicto contra monstruos de origen desconocido, los eclipsados, individuos con diferentes habilidades, deben terminar con el re...