Decisión

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Alexa

La lluvia frenó en seco, un silencio repentino abrumó a todos nosotros ante aquella situación, el General me soltó la cabeza, dejando caer mi rostro al lodo, yo no tenía fuerzas para levantarme.

Logré girar un poco mi cabeza, viendo hacia Kendall, que se encontraba en una situación parecida a la mía, pero sólo inmovilizado, por algún motivo aún no estaba muerto. Volví a girar mi mirada, esta vez hacia el bosque, viendo la silueta de una chica saliendo de esta, la noche no me dejaba ver su figura completamente, pero pude distinguir que una máscara cubría totalmente su rostro, su cabello era largo, y uno de sus hombros estaba decorado con flechas y plumas. Además de su armadura de cuero color vino y pantalones azules, arrastraba a alguien, a él cual dejó en el suelo, y siguió avanzando.

—Tenemos una invitada no deseada. —Dijo aquel indeseable, para luego hacer un movimiento con sus manos lo que en respuesta los monstruos atacaron a aquella chica enmascarada.

Esta, con grandes reflejos, utilizó el agua que flotaba en el aire, atravesando con esta a los monstruos, como si de potentes proyectiles se tratase.

Más monstruos la atacaron, esta desenfundo de su espalda una gran espada, usando una técnica única de velocidad y rapidez, eliminando a los monstruos, combinando con gran habilidad su poder con el agua y su destreza con la espada.

—Ustedes no deberían estar aquí. —Amenazo, mirando a los monstruos. Su voz femenina pero feroz resonó en la ahora silenciosa noche.

Ella ya había eliminado a la mayoría de monstruos, quedaban unos pocos, a los cuales a este ritmo no les quedaba mucho tiempo de vida.

Los que inmovilizaban a Kendall también fueron eliminados por aquella mujer.

El general, pareció molestarse ante sus palabras, con sus dos brazos restantes, empuño su espada anuladora, y piso mi cabeza con fuerza, con una de sus piernas, yo solté un quejido de dolor.

—¿Vienes por la chica? Será mejor que retroceda si no quieres que muera. —Aviso el general, mientras me hacía un leve corte en la mejilla.

—Vengo a ayudar a defender este lugar, estas personas no merecen morir. —Su tono parecía sincero, aunque su máscara la hacía ver siniestra, parecía tener buenas intenciones.

—Que valiente de tu parte, la gran heroína que llega al último momento, pues entonce—

Fue interrumpido con una feroz vorágine que impactó en él haciendo que se alejara, la chica había empezado su ataque.

—Hablas demasiado.

—Maldita... —El monstruo intentó contraatacar pero la chica era más rápida, parecia una pelea igualada pero la balanza iba más hacia la enmascarada.

Yo me arrastraba por el suelo, hacia Kendall, mientras recuperaba poco a poco mis fuerzas.

La batalla de esos dos continuó, el monstruo estaba en desventaja, había perdido dos de sus brazos, y su pequeño ejército había sido eliminado por aquella eclipsada.

El agua abundaba en el lugar, y los imparables ataques de este líquido acorralaban al monstruo, era asombroso, yo en ese momento hubiera caído rendida por su uso excesivo.

—¡Esto es injusto! ¡No debía acabar así! —Grito el monstruo completamente lleno de enojo y frustración en su ser. Unos segundos después, su brazo con su espada fue cercenado por un feroz ataque de la chica. Dejando a él monstruo con un brazo y otro colgando partido a la mitad.

—¡No puede acabar así! —El monstruo siguió gritando, mientras las olas del mar lo arrastraron al profundo abismo, manejadas por la enmascarada.

Tras eso, sólo hubo silencio por un gran rato, hasta que ella dio media vuelta y empezó a caminar hacia mí.

Alma Eclipsada I: Sombras De Conminacion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora