Alianzas Imprevistas

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Alexa

Katherine había vendado y tratado mis heridas de forma amable y estable, se notaba que tenía experiencia en esto.

Tras caminar unas horas, llegamos a una ubicación, donde ella nos envolvió a ambas en una corriente de agua, por instinto respiré profundo guardando oxígeno y cerré los ojos, pasé varios segundos así en un total silencio.

-¿Qué haces? -Escuché la voz confusa de Kath, a lo cual abrí los ojos, viendo que estábamos en otro lado, diferente al bosque, la chica luego dio una leve risa.

Ya era de día, la luz del sol iluminaba la estructura que tenía al frente, una especie de hangar gigante abandonado, más bien era una fábrica vieja, parecía más eso.

-Ven, sígueme.

La voz de Kath me devolvió a la realidad, ella portaba su máscara rota, yo trague saliva con nerviosismo y la seguí, hacia el interior de la antigua estructura.

Las goteras de la lluvia de anoche resonaban en el lugar, cayendo cada pocos segundos, resonando profundamente, habían varias maquinarias oxidadas que no era capaz de reconocer, el techo tenía varios agujeros por donde entraba la luz del sol.

Escaleras se ubicaban a los dos lados, parecía que habían diferentes plantas. Nuestros pasos y el agua era lo único que sonaba en este lugar.

-Llegas tarde Katherine -Una voz masculina me hizo temblar, levante mi vista, viendo en una baranda a un chico de cabello corto, las mismas marcas abajo de sus ojos, una gran capa que cubría todo su cuerpo, y dos espadas en su espalda.

-Las cosas se complicaron Cinere, ¿Cómo fue por tu lado?

-Cinere... -Susurre, no era un nombre muy común si lo piensas.

-Tenemos a la chica, las cosas van viento en popa. -Dijo Cinere, note que a su lado, había alguien atado, una pelirroja. Trague saliva con un mal presentimiento.

-¿Puedo preguntar para qué necesitamos a la chica? -otra voz resonó, una chica saltó del segundo piso, cerca de nosotros.

Era una mujer alta, delgada, con armadura en sus piernas y brazo derecho, un manto negro que cubría parte de su cuerpo y mano izquierda, bufanda roja y un traje verde oscuro. Marcas con una sola línea en su ojo derecho y tres en su izquierdo, además de una cicatriz recta de su mentón a su frente.

-"C" la necesita, los detalles no te importan. -Dijo fríamente Cinere.

-Tres no está aquí, así que dudo que le importe si nos lo dices. -El tono de la chica era desafiante.

-Briggite, recomiendo que te calles -Se escucho otra voz, venía de las sombras, un chico sentado en la ventana, una pierna colgando y la otra doblada, su cabello era marrón y tenía una máscara puesta, como siempre, las marcas debajo de sus ojos se veían, llevaba una capa roja, y un chaleco del mismo color, pantalones marrones y unas botas color vino tinto. Aunque lo que más relataba de él era el arma de fuego blanca y roja que llevaba en su espalda.

-Ghin, tu bast-

-Podría decírtelo, si no hubieras fracasado en tu labor y haber perdido a una pieza importante como el Golaith. -La chica fue interrumpida por Cinere.

Pude notar como aquella rubia apretó con fuerza sus puños.

-El chico Shane te venció bastante fácil. -No tenía ni idea de quien hablaban, pero se me hacía familiar.

-¡No pasará la próxima vez! ¡Prometo cortarle el cuello a ese bastardo depresivo! -Tras su confirmación, chasqueo la lengua y se retiró.

-Ahora por su culpa Bastión no estará tan debilitada como pensamos, el asalto a Lastmare será más difícil. Por suerte tenemos a Alexa ¿no es así?

Alma Eclipsada I: Sombras De Conminacion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora