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La amazona se movió lo más rápido que pudo, podía sentir la cuerda entre sus dedos, cuando de repente algo hizo clic en su cerebro y desató su lazo, antes de que la chica pudiera estrellarse contra el suelo el lazo de la verdad la había atrapado c...

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La amazona se movió lo más rápido que pudo, podía sentir la cuerda entre sus dedos, cuando de repente algo hizo clic en su cerebro y desató su lazo, antes de que la chica pudiera estrellarse contra el suelo el lazo de la verdad la había atrapado con éxito.
La bajo lentamente asta que su cuerpo por fin toco el suelo, la chica parecía una oruga con el lazo de la verdad alrededor de su cuerpo. Mucha gente al rededor se acercó a comprobar el estado de la pobre víctima, de quien aún se escuchaban sollozos cuando la mujer maravilla llegó para retirar su lazo y la bolsa que la cubría a la asustada mujer, al ser descubierta todos alrededor de los vieron con horror como la chica sonreía forzosamente mientras lágrimas aún caían de sus ojos.

- ayu...ayúdame.- todos temblaron al ver que aparte de sonreír forzosamente, comenzaba a reír sin parar, aún soltando lágrimas.

- tranquila voy a ayudarte.- miro a todas las personas alrededor, todas con cara de asombro y repulsión, con sus teléfonos en mano, grabado y tomando fotos.- por favor, hagan espacio.- pidió con amabilidad, pero la gente seguía acercándose y la chica al darse cuenta de que las personas la grababan tapó su cara con sus temblorosas manos y se echo a correr.

Desde las alturas se escuchó la risa maniática, haciendo correr más rápido a la pobre chica, ese hombre aún estaba cerca, tenía que ser más rápida.

- aquí Luisa Lane, desde el diario al planeta, reportando un Helicóptero desconocido.- la reportera se veía desarreglada, con algunos rasguños y su traje algo roto.- a quien quiera que haya orquestado esto, Luisa Lane no se silencia, ni teme por sacar la verdad a la luz.- el chico pelirrojo tras la cámara temblaba, después d e la llamada que había recibido de la mujer le propuso esconderla en su casa más está se negó y ahora grababan desde una oficina de su jefe.

- Luisa debemos irnos.- susurro el chico asustado, no sabía en qué estaba metida la reportera y no quería saberlo.

- ¡no nos iremos asta que el bastardo que mando a ese asqueroso reptil de la cara!- de repente un temblor invadió el edificio, el pelirojo sujeto la cámara como si de su vida dependiera de eso.

- ¡Luisa vámonos!- grito desesperado el muchacho, su sentido común le pedía a gritos salir del edificio, pero la reportera se negaba a moverse de hay.

La puerta de la oficina se abrió de repente, haciendo soñar un chirrido, ambas personas miraron con temor la puerta y una risa tan lenta y dulce se coló en la habitación.

- ya te encontré.- la vos juguetona de Harley se escuchó y la sombra se coló por la puerta, el pelirojo asustado se recargo en la puerta y empezó a atravesar muebles delante de la puerta muy asustado.- oh chico, ¿no te dijeron que es de mala educación cerrarle la puerta a una dama?- parte de la pared cayó dejando una bruma de humo, la rubia de coletas levantaba su mazo y les sonreía cono si fueran amigos de toda la vida.- has causado muchos problemas, mira todo lo que está pasando por tu culpa.- como si la cordura hubiera llegado a la ex doctora señaló la puerta que daba a la calle, la reportera salió sin decir nada, había un montón de gente rodeando algo, se acercó empujando a las personas asta que la vio, su hermana, estaba tendida en el suelo, con un hoyo en la cabeza y una sonrisa escalofriante en su rostro.

La Mafia Wayne Donde viven las historias. Descúbrelo ahora