En un mundo donde Batman nunca existió, el peor enemigo de la Liga de la justicia y la pesadilla del mismo Lex Luhtor, el junto a sus sucesores llevan caos a todo el mundo, siendo Gótica el lugar más respetado por ser su guarida.
Los villanos de gót...
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Estaba sentado cómodamente, su traje planchado y elegante al estilo japonés, un antifaz negro cubría su rostro, una peluca igual de azabache que su cabello caía por sus hombros asta la mitad de cadera, sus hijos mayores traían una ropa menos informal, su rebelde hijo llevaba su chaqueta café y su casco rojo, su hijo mayor llevaba un saco negro, con unos pantalones de mezclilla, con su máscara rosa de calavera que el mismo había echo, obvio para la seguridad de su descuidado hijo le hizo unas mejoras, los 3 con esos guantes negros que crearon para no dejar huellas, la habitación no era fea, sólo no era de su agrado.
- ¿Quién está hay?- el calvo apenas estaba llegando a su habitación, una mujer venía con el, al verlo esta levantó su arma contra el hombre sentado en el sillón.
- yo no haría eso sí fuera tu.- una amigable y robótica risa se escuchó a las espaldas de la fémina, no intento darse la vuelta, apenas su cabello se movió el seguro de dos armas fueron retirados.
- Que descortés eres Luthor.- sin cuidado alguno capucha roja pateo su rodilla haciéndolo caer, el de máscara rosa fue más cortes y retiró el arma de la mujer, ella sola se arrodilló frente al de traje oscuro.- creo yo que merezco que me des lo prometido.- su vos al igual que la de los menores era robótica, aunque sólo cubría la mitad de su rostro poseía aquella función, le ayudaba a tener una voz atemorizante.
- no es exactamente lo que tenía pensado cuando te llame.- trato de levantarse pero una bota en su espalda lo impidió, por lo que miro al hombre cruzado de piernas quien sonreía con burla, pero al final el pie fue retirado.- sólo quería mostrarte mi nuevo avance.- al instante la puerta salió volando, los mensajeros se movieron para no recibir el impacto de la puerta, un muchacho flotaba con sus ropas blancas.
- señor Luthor, ¿está bien?- el muchacho levantó al calvo, pero su sonrisa arrogante desapareció al ver que no se movía de su lugar y lo miraba neutral, los muchachos que venían con el Se pudieron a sus costados, como siempre el de rojo se puso a la defensiva.
- Conner, ¿recuerdas a ese hombre del que te hable?- el muchacho asintió, para luego ver al hombre en el sofá, quien los miraba aburrido.- es el.- apenas murmuró aquello en un parpadeo los de rojo y rosa estaba estampados el la pared, por lo que el magnate de levantó mirando con seriedad al muchacho de ropas blancas.
- deje en paz al señor Luthor.- lo tomo con fuerza del bien planchado traje y lo levantó.- yo lo protegeré de usted.- pero el hombre no dijo nada, sólo tomó sus antebrazos y se acerco al oído del súper chico.
- mírame niño.- cuando uso su visión de rayos x, los ojos azules del hombre le inundaron terror y bajo la mirada mientras lentamente lo bajaba de vuelta al suelo.- puedo ver que eres listo.- como si fuera un can le acarició la cabeza, pero aún con miedo se encogió.
- ¡¿que estas esperando Conner?!- tímido regreso la mirada a su creador, por lo que el magnate río con ganas.
- fascinante, así que esto hiciste con mi dinero.- reviso de reojo a sus hijos, Jason sin problema se levantó, pateando la cara del millonario de metrópolis, mientras que su dulce pajarito sostenía amablemente a Marcie, quien sólo miraba la escena con neutralidad y preocupación escondida en su mirada.- dime ¿Qué te dijo este bastardo?- lo rodeo cual León a su presa, mostrando que a pesar de su fuerza extra el nunca va a ser la presa.
