En un mundo donde Batman nunca existió, el peor enemigo de la Liga de la justicia y la pesadilla del mismo Lex Luhtor, el junto a sus sucesores llevan caos a todo el mundo, siendo Gótica el lugar más respetado por ser su guarida.
Los villanos de gót...
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La llegada de Damián a la mansión
Había un aire extraño en la mansión, lo sabía, la mirada del mayordomo no estaba tranquila, lo primero que pensó al ver lo tenso de su mayor, fue en su segundo hijo, Jason lo había echo de nuevo y ahora estaba de regreso antes de que terminarán sus clases.
- Bienvenido de regreso amo Bruno.- pero había algo diferente, aún no sabía que, pero esta dispuesto a sacar su mejor carta de negocios con su problemático muchacho.
- Jason.- levantó la vos apenas entrar en la sala.- más vale que no sea otra mujer molesta porque le rompiste la nariz a otro chico.- miro su reloj de mano, había llegado tarde para la comida, ya que a su pequeño genio se le ocurrió decirle de última hora que quería que se presentará en su feria de Ciencias.
Aún no era hora de que llegarán de sus actividades extra, Ricardo debería tardar dos horas más en gimnasia, Jason debería estar en su terapia para dejar los cigarrillos y Tim estaría jugando ajedrez por media hora más en la escuela. Las chicas dijeron que vivir entre tantos hombres era asqueroso, así que decidieron ir con Selina a estudiar en Londres, aunque Selina estaba de misión estaría el tiempo suficiente para que las chicas se adapten a su nuevo entorno.
- amo Bruno la comida está servida.- un plato de carne a punto medio fue dejado frente a él, pero al ver otro plato servido sonrió al mayordomo.
- ¿vas a comer conmigo esta ves Alfred?- acomodo la servilleta sobre sus piernas como el mayor le había enseñado.- últimamente te niegas a comer con nosotros en la cena.- con el saco sobre la silla, como tanto odiaba el mayordomo, puso los codos sobre la mesa para poder apoyar su barbilla en la palma de su mano.
- creí que le gustaría comer con nuestro invitado amo Bruno.- eso lo confundió un poco, si bien Jason era problemático, cuando estaba avergonzado evitaba comer con el a toda costa, así ya no alcanzará galletas.
- ¿Jason trajo a Roy de nuevo?- si bien el chico no le desagrada tiene una necesidad de poner una distancia entre el y Jason, son como uña y mugre y ambos tiran del mismo hueso depresivo que los lleva a cometer estupideces.
- Jason aún esta en su terapia señor.- entonces algo llegó a sus oídos, pasos rápidos, pero silenciosos y algo cortando el viento como si fuera papel.
La silla fue empujada con cuidado a un lado con su pie derecho, la silla era vieja pero bien mantenida a pesar de los años y la favorita de su padre, un brillo fugaz lo hizo ver entre la oscuridad del pasillo y rápido como un ratón de desierto un niño de blanco llegó para tratar de apuñalar lo con una katana, pero no tomo esgrima por años para ser derrotado con un ataque tan salvaje. Así que dañar la elegante mesa era inevitable, desvío el filo de la conocida arma, que terminó incrustada en una de las patas de la mesa y tomó al chico como si de un gato se tratase.
