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En las lúgubres calles de Ciudad Gótica, cual ratas los delincuentes se escabullían, podían tener a la policía controlada pero eso no significa que pudieran ir robando a diestra y siniestra, no sin que el señor de la noche les mandara a sus mensaj...

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En las lúgubres calles de Ciudad Gótica, cual ratas los delincuentes se escabullían, podían tener a la policía controlada pero eso no significa que pudieran ir robando a diestra y siniestra, no sin que el señor de la noche les mandara a sus mensajeros.

- rápido rápido, vamos tarde Harley.- dos chicas corrían entre los tejados, tenían a un tipo brillante siguiéndolas por los aires, Linterna verde se hacía llamar, pero sería un error llevarlo con su jefe, no querían imaginar lo que le haría aquel hombre que les brindaba protección.

- el estúpido todavía cree que no lo vemos, literalmente brilla.- se quejó la de traje rojo y negro, la otra se detuvo, así que imitó su acción, estaban en el borde de el edificio más alto.

- cállate, haremos una caída libre tendrás que sujetarte de mi.- antes de que tomará su látigo la de chongos saltó, lo que la hizo suspirar y seguirla, siendo ambas atrapadas por guantes verdes.

- ¿no creen que es muy peligroso que un par se señoritas se lancen sin cuidado de un edificio?- cuando volvieron a tocar en plano, estaban de vuelta en el edificio donde se habían lanzado, sus muñecas estaban apresadas en un látigo verde.

- ¿estaremos en problemas por esto señor guardián?- Harley se acercó moviendo sus caderas insinuante, con una vos melosa y posando uno de sus dedos en el logo del linterna.

- no podría castigar a este lindo par de señoritas, pero mi jefe si.- tomó la mano de la rubia y la beso cortésmente.- si serían tan amables de cooperar conmigo y podrán irse de inmediato a sus actividades diarias.- dio una mirada a la azabache, quien se mantenía sería, estaba a una distancia considerable.

- oh a mi me encantaría ayudarle señor guardián, pero sólo hay un problema.-  su vos pasó a ser una burlona, mostrando una gran sonrisa y mirando tras su espalda.- Hola señor G.- el seguro de un arma se oyó a su espalda.

- oh pastelito, porque dejas que esa rata inmunda toque lo que es mío.- el disparo en su pierna lo hizo soltar a ambas mujeres.

- oh pudin llegaste.- la rubia saltó al cuello del recién llegado, quien la revivió con un zape en su nuca.

- ¿acaso eres tonta?- la miro con reproche, la otra sólo ató a la antorcha verde, ignorando el show que montaba la pareja de lunáticos.

- lo siento tanto señor G, el gusano verde nos atrapó en el aire, tenía que agradecerle.- el de cabello verde sólo la ignoro y con la culata de su arma le pegó en la nuca, dejando lo inconsciente.

- ¿deberíamos llevarlo?- pregunto el de mechas verdes a la azabache, pero esta sólo miraba a otro lado, su mirada se paseaba entre las sombras buscando algo con desesperación.

- eso sería estúpido.- De entre las sombras salió un muchacho con una chaqueta de cuero café hizo acto de presencia, con un casco rojo en su cabeza, era un mensajero, pero no cualquier mensajero, era Capucha roja, uno de los hijos mayores del señor de las sombras.- ustedes par de payasos están retrasando la entrega para mi padre.- con su M1911 apunto a Selina, quien sin expresión alguna entregó un sobre con una caja pequeña.- ¿acaso quieres vernos la cara Selina? Este no es el paquete.- la mujer frente a el se cruzó de brazos, sin tomarle importancia a sus palabras.

- créeme pajarito rojo, esto es mejor que el paquete original, a su lado sólo era sólo chátara.- con curiosidad miro el sobre, estaba firmado por uno de los mejores inventores de Alemania, el nombre se le hizo familiar.

- más vale que sea así, sabes que no le gusta perder el tiempo, el siempre va un paso adelante.- se puso al borde del edificio, guardo su preciada arma en su funda mientras miraba como las personas paseaban en calma por la oscura noche.- lleven al bicho verde a las afueras de Gotica antes de que despierte.- guardo la caja en el bolso de su chaqueta junto con el sobre, asegurándolos con el cierre de la misma.

- rojito cariño, antes de marcharte.- la rubia se acercó con intenciones de colgarse de su brazo, lo cual fue evitado por una sola mirada.- oscurito no tiene Porque enterarse del bicho verde ¿verdad?- hizo lo más similar a un puchero, oyendo como el de casco se reía de ella, lo que la hizo frunció el entre ceño.

- el me recompensará por tan brillante información, no puedo ocultárselo Harley.- sin esperar respuesta saltó del edificio asustando a algunos transeúntes que paseaban por hay, disfruto de los gritos para sacar su confiable gancho y columpiarse a otro edificio.

- ese chico es tan malo como su padre.- se quejó el único hombre del trío, cruzándose de brazos a modo de regaño, luego se acordó del hombre inconsciente  que aún brillaba  en el suelo.- ¿Qué haremos con la razón de nuestro próximo castigo?- vio como ambas mujeres sonreían con verdadera maldad, lo que lo hizo sonreír igual o peor que ellas.

- creo que hay que devolverle el favor.- la voz de Selina era aterciopelada, al ver como el invasor habría los ojos lo pateo en el rostro sin resentimiento alguno, dejando lo de nuevo en su inconsciencia.

- recuerden ser suaves niñas, saben que a el no le gustan los reclamos por parte de los protectores del mundo.- lo último lo dijo con asco, ayudando a las mujeres. Lo llevaron a la fábrica abandonada más cercana a la salida de Gótica, porque conociéndose a sí mismo, eso llevaría toda la noche.

Lejos de ese pequeño grupo, un joven mercenario paseaba entre los callejones, con su casco bajo su brazo, fumaba tranquilamente, se recargo en una pared, cerca de una pastelería que estaba cerrada.

- ¿perdido muchacho?- una patrulla paro a su lado, recargado en la ventana del auto un azabache con ojos azules lo miraba burlón.

- Cállate Tapia, tengo el paquete.- la mirada azul lo observó de arriba a abajo, buscando la caja, al no encontrar la lo miro con enojo.

- no estoy para juegos Todd, ese paquete lleva atrasado 1 hora y el pregunta por nuestra ausencia.- los seguros del auto fueron retirados, por lo que el de mechones bancos entró a los asientos traseros sin levantar sospechas de los transeúntes de la otra calle.

- no es mi culpa, Drake dijo que Selina traería el paquete, y ella sólo me dio esta carta y una pequeña caja.- pararon en la estación de policía, donde dejaron el llamativo auto azul y blanco.

- sabes que no me gustan los cambios de última hora.- montaron una camioneta Nissan NP300 Frontier, donde está ves el de mechones bancos conducía asta una lujosa mansión a las afueras de Gótica.

- esperemos que Drake tenga una explicación para esto.- apenas llegaron a las rejas de la mansión, estas se abrieron automáticamente, donde en la entrada los esperaba su fiel mayordomo.

- espero y su noche fuera provechosa jóvenes amos, el maestro Bruce los espera para la cena.- recibió las llaves de tan oscuro y protegido vehículo, guardando lo junto a las demás extravagantes piezas de la familia.

- recibió las llaves de tan oscuro y protegido vehículo, guardando lo junto a las demás extravagantes piezas de la familia

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