Salió al jardín trasero de su hogar, y sonrió resignada al ver a ambos rubios cubiertos de pintura. Si bien el don de su hijo era muy diferente al de Mizael, compartía la misma pasión por el arte como su progenitor.
Lo sabía muy bien, iba a ser un mini hippie.
—No sé quién lavará esa ropa luego —les advirtió dejando en una mesa una bandeja con bocadillos y jugo natural.
—Luego lo haré yo, no te preocupes —sonrió Mizael, dejando el pincel para tomar un sándwich.
—¡Mami, mira!—exclamó Hazael, orgulloso de su escultura de arcilla.
Minrael sonrió cálidamente y tomó aquella pequeña mariquita que había hecho su hijo.
—Está hermosa, mi amor —le dijo besando su frente—. Eres increíble, Haz. Pero ahora, es momento de que comas algo ¿De acuerdo? Dejaré tu mariquita secar aquí, y limpiaré tus manitos, porque no se debe comer con las manos llenas de pintura —pronunció remarcando las palabras, mirando a Mizael.
El rubio mayor sonrió divertido, y murmuró un lo siento, antes de dejar el pedacito de sandwich que le quedaba sobre la mesa, y tomar unas servilletas para limpiar sus manos.
—Mientras tú estabas en tu reunión, hablamos de algo importante con Haz —le contó Mizael, tomando un vaso para servirse jugo.
—¿Y de qué hablaron? —le inquirió curiosa.
—Bueno, nosotros —carraspeó, mirando a su hijo que desvió su mirada hacia Minrael—. Nosotros creemos que es momento de buscar...
—¿Buscar qué? ¿Qué perdieron ahora, Miza? —le preguntó curiosa.
—No perdimos nada, pero si queremos conseguir algo, alguien muy especial.
—¿A quién? —inquirió dándole una mordida a su sándwich.
—Quiero un hermanito, mamá —sonrió el pequeño rubio.
Minrael comenzó a toser, antes de mirar desconcertada a Mizael y tomar un poco de jugo.
—¿U-Un hermanito?
—¿Y por qué no, mi amor? Me gustaría mucho tener otro bebé —sonrió el artista—. Y Haz también lo quiere.
—Am... Hablaremos de esto luego —murmuró, bebiendo un poco más de jugo.
Hazael recién tenía tres años, a ella le parecía muy pronto para buscar un nuevo bebé.
***
—Ren ¿Qué haces aquí afuera solo, cariño? —le preguntó Karen saliendo de su hogar, viendo al niño sentado bajo un árbol, mirando hacia el horizonte.
—Espero a mi papá.
—Ren —murmuró la castaña, sentándose junto a él—. Tu papá, él... Él ya no vendrá, mi amor.
—¿Por qué no?
—Hace no mucho tiempo, unas mujeres muy malas quisieron asesinar a todas las personas que aquí viven, y a muchas lograron matar. Y tú papá fue muy valiente al enfrentarse a ellas, y hacer lo necesario para detenerlas. Todo lo que hizo, fue para que tú pudieras tener una vida larga y feliz, mi amor, porque él te amaba mucho.
Ren continuó mirando hacia la nada, en silencio, por varios segundos.
—Todos tienen un papá, menos yo.
Él lo único que entendía en ese momento, es que su padre había muerto para que los padres de los demás, siguieran con vida.
—Ay cariño —susurró abrazándolo, besando su cabeza—. Eso no es así, no es así, Ren. Hay más niños que como tú, tristemente perdieron a sus papás también, y todos ellos fueron muy valientes, y los amaron mucho. Ellos...
Ignoró lo que su madre intentaba explicarle, y dejó que lo continuara abrazando. No importaba, nadie cambiaría su forma de ver las cosas.
***
Había costado llevar a Hazael a dormir la siesta, pero lo había conseguido. El niño finalmente estaba durmiendo, y ella tendría un poco de tranquilidad.
—Me parece muy bajo usar a nuestro hijo para decirme que querías un bebé.
Mizael la miró confundido, y luego sonrió, tomándola de la mano para acercarla a él, y abrazarla por la cintura.
—No intentaba persuadirte con Haz, mucho menos "utilizar" al niño. Pero ambos tuvimos el mismo deseo, él un hermanito y yo un nuevo bebé.
—Miza, Hazael sólo tiene tres años, es muy pronto para tener un nuevo bebé.
—Pero si Haz ya está aprendiendo ir al baño solo, se está volviendo muy independiente ¿Por qué no buscar un nuevo hijo? ¿O ya no quieres tener hijos conmigo?
—Sí quiero, amor, pero no aún. Quizás cuando Haz tenga, no lo sé, diez años, podríamos buscar un nuevo bebé.
—Mm, de acuerdo —pronunció bajo, no muy convencido.
—¿Cuál es el apuro, grandulón? —sonrió divertida, robándole un beso—. Tenemos una vida juntos, muy larga, para tener más hijos. No hay apuro para buscarlos ya y no poder disfrutar de Haz ahora.
Mizael sonrió suavemente y la tomó del rostro para besarla. Sí, quizás ella tenía razón, podían esperar un poco más para un nuevo bebé.
—Además, con un bebé no tendríamos tiempo para nosotros —susurró traviesa—. Cómo ahora, que podemos aprovechar que Haz duerme, y estar juntos un rato.
—Sí, creo que podemos esperar un poco más —sonrió tomándola por debajo del trasero, alzándola.
Había olvidado ese "pequeño" detalle. Desde que Haz ya no era un bebé, y dormía sus siestas, ellos podían divertirse un rato a solas.
Su deseo de ser padre nuevamente, podía esperar un poco más.
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🖌️FIN🎨
No sé cuándo sacaré un nuevo libro de esta serie, pero habrán especiales por aquí, hasta que lo decida ❤️✨
Gracias por acompañarme y leer, gracias a las que siempre están conmigo, apoyándome en cada nuevo proyecto ¡Las amo! ❤️✨
PD: Los especiales no seguirán un orden cronológico 📌
