𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤

Día libre

Estaba feliz. Tan feliz que por culpa de ese increíble sentimiento, termine por levantarme más temprano de lo normal, dejando de lado mi plan inicial de dormir hasta medio día.

Era el primer día libre que Levi y yo teníamos en dos meses, tal vez un poco más. Me alegre tanto el día que llegó a casa y me dijo que dentro de unos días tendría un día libre finalmente. Creo que el destino sabía que necesitábamos de un buen descanso, y por supuesto de un día entero juntos, que fue una sorprendente coincidencia que el mismo día yo tendría un descanso. Demostré tanto lo emocionada que me sentía por esas veinticuatro horas juntos, que no deje de repetirlo durante el tiempo que aún debíamos de trabajar y esperábamos a que el gran día llegará.

Me estire sentada en la cama, llevando mis brazos sobre mi cabeza lo más alto que podía. Después de escuchar que mis huesos regresaban a su posición original, mire como Levi seguía durmiendo a mi lado. Festeje en silencio porque él siguiera dormido, ya que era muy raro que yo despertara primero que él, y cuando termine mi celebración me puse de pie con el mayor cuidado de no despertarlo. Justo mientras me ponía mis pantuflas, sentí como Levi se removió en la cama. Por instinto me quedé quieta, como si me acabarán de descubrir haciendo algo, aunque en realidad poco afectaba si lo hacía pues me encontraba de pie y unos centímetros alejada de la cama. Para mi fortuna solo fue una falsa alarma, Levi volvió a quedarse quieto luego de cambiar de posición a una de costado.

—Estuvo cerca —dije en un tono casi inaudible, retomando mi tarea de ponerme las pantuflas y caminar de puntas hasta la puerta para salir

Quería que todo el día fuera perfecto. Solo de descanso, relajación y un hermoso tiempo juntos. Quizá ver alguna película o serie, ordenar comida en lugar de cocinar o salir, y aprovechar hasta el último segundo. Pensaba en todo eso, al mismo tiempo que preparaba el desayuno, apresurandome a terminar antes de que mi madrugador novio se despertara y mi plan se quedará a medias. Fruta, pan tostado, arroz y rollos de huevo eran el menú que tuve en mente desde que desperté. Por supuesto, no podía faltar el amado té negro que Levi disfrutaba cada mañana. Incluso yo comencé a disfrutarlo y utilizarlo como sustituto para el café.

—Solo falta el arroz —me recordé, caminando de un lado a otro en la cocina

Coloque la mesa, poniendo la fruta como primer plato, frente a el un plato hondo de arroz con rollos de huevo en un pequeño plato a un lado, el pan tostado en el centro junto con el té ya listo, solo esperando a ser servido en una taza. Contemple unos segundos como quedó todo y me dediqué un gran aplauso.

Tenía planeado ir a despertar a Levi, pensando erróneamente que seguiría dormido, pero apenas salí de la cocina él estaba a punto de entrar, así que terminamos chocando. Agradecí no haber llevado la bandeja del desayuno como había pensado, antes de optar por desayunar en la mesa.

—Me asustaste —reí un poco—. Estaba por ir a despertarte

—¿Sabes que me asustó a mí? —pregunto con voz ronca provocada por recién levantarse. Amaba cuando su voz sonaba así

Negué con la cabeza a su pregunta.

—Que despertaras antes que yo

—Jaja —me burle por lo que dijo sin gracia en mi risa—. Bueno, pues ahora verás porque desperté temprano

Sin esperar por su respuesta, sujete su mano y cubri sus ojos con mi otra mano. Caminamos a la cocina, él al frente y yo detrás suyo, asegurandome de que no viera nada.