𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤

Familia

Un suspiro de cansancio abandonó los labios de Levi tras soltar la pluma roja con que marcaba las correcciones y errores en los documentos frente a él.

—Ese niño, pienso descontarle la mitad del sueldo —declaró molesto recordando al ojiverde entrando a su oficina diciendo que "había olvidado entregarle esos papeles"

No podía permitir ese tipo de descuidos en el trabajo, aunque Eren fuera nuevo y solo llevará dos semanas trabajando no justificaba un error así. Nada podía justificar su pésima memoria.

Sostuvo el puente de su nariz con dos dedos, sintiendo el estrés acumulándose por tanto trabajo. Decidió tomar un breve descanso recargando la espalda completamente en el respaldo de la silla y cerrando unos segundos sus ojos.

Al momento de abrirlos lo primero que hizo fue observar la hora en su reloj de muñeca.

—Apenas son las tres —leyó los números que apuntaban las manecillas

Todavía tenía un largo, muy largo, camino que recorrer hasta poder marcharse a casa. Normalmente paraba de trabajar a las diez, nueve si es que ocurría un milagro, pero esta ocasión no tenía duda de que se iría pasada la media noche.

Justo cuando tomaba su bolígrafo para seguir escribiendo, la pantalla de su teléfono se encendió, comenzó a sonar y vibrar resultando un poco molesto. Lo agarró viendo el nombre de contacto escrito.

Mocosa mayor

—¿____? —se preguntó algo sorprendido por recibir una videollamada de su esposa

Demoró unos segundos en contestar debido a que acomodó el teléfono en un respaldo que le permitiría tener las manos libres mientras hablaba y continuaba trabajando.

—¿Qué ocurre? —dijo enseguida que atendió la llamada

—Hola Levi —habló emocionada—. ¿Cómo va tu día? No, déjame adivinar —observó unos segundos sin decir nada, ni mover la cámara—. Demasiado trabajo

—No es muy difícil de descifrar viéndome llenar documentos

—En realidad vi la expresión en tu rostro —sonrió orgullosa de conocerlo bien

—¿Pasó algo? Sabes que prefiero...

No hubo necesidad que terminará pues ella completó sus palabras.

—Lo sé, lo sé, prefieres que te envié un mensaje diciendo que llamaré. No ocurrió nada, tranquilo

—Entonces ¿Por qué la llamada? —dejó de escribir y miró directo a la cámara