𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤

Escenarios #4

«Levi sonrojado»

Por la noche, el joven matrimonio aprovechaba un breve tiempo descansando en la sala. Levi permanecía sentado de forma natural, leyendo un libro que sostenía con una sola mano ya que la otra la mantenía recargada sobre las piernas de su esposa, las cuales ella descansaba cómodamente encima de las de su esposo. ____ ocupaba el resto del sillón acostada, apoyando la cabeza en el descansabrazos, respondiendo los mensajes pendientes de sus amigos.

Ambos degustaban un té que el azabache preparó con anticipación. Por lo general él lo consumía sin ningún acompañamiento, pero su esposa requería de algún complemento como las galletas que mantenía en un paquete plateado sobre su pecho. Al ver que estaban por terminarse decidió ofrecerle aunque fuese una a su esposo.

—Levi —lo llamó, dejando el teléfono de lado

—¿Mh? —expresó él a labios cerrados, sin apartar la mirada del libro

—¿Quieres un beso?

Levi detuvo su lectura aunque sus ojos siguiesen atentos al párrafo que leía. De forma pausada cerró el libro y lo dejó en el sillón, girando un segundo.

—Hace mucho que no tienes que pedirme algún tipo de permiso para besarme, mocosa —respondió mientras volvía a su posición, sin darse cuenta de la bolsa extendida frente a su rostro hasta que la tuvo demasiado cerca—. ¿Qué es esto?

—Un beso —dijo inocentemente—. Bueno, técnicamente se llaman besos de nuez. Ahora que lo pienso, es un nombre algo raro para unas galletas —agregó soltando una risita

El azabache se apresuró a remediar su error introduciendo con prisa la mano en la bolsa, sacando una de las pequeñas galletas espolvoreadas con azúcar blanca.

«—¡Agh, soy un idiota! —se reclamó»

—¿Estás bien, Levi? —cuestionó ____ adoptando una posición diferente, acomodándose de rodillas para poder acercarse más a su esposo

—Si —murmuró con la mirada desviada

—¿Seguro?

—Ya dije que si, mocosa

—¿Podrías voltear un segundo? —solicitó

—¿Qué quie..?

Su interrogante fue interrumpida por el beso que ____ plantó en sus labios, el cual resultó lento y sin prisa. Pudo sentir como su esposa se sentaba en sus piernas, acomodándose en su regazo mientras se abrazaba a su cuello sin detener el beso.

—Hace mucho que tú tampoco debes pedir ningún permiso para besarme, mi amor —dijo al separarse—. Tus labios saben a azúcar

El azabache desvió la mirada, esperando que el sutil sonrojó no resultara notorio a ojos de su esposa.

—Acabo de comer una galleta, mocosa, ¿Qué esperabas? —reclamó

____ río sutilmente.

—¿Quieres otro beso? —sugirió divertida

Levi percibió la burla en sus palabras. Irritado, sostuvo la nuca de ____ y le robó un intenso beso que ella no dudó en corresponder de inmediato. Las manos del azabache viajaron una a la cintura de su esposa y otra a sus piernas, ayudándola a no resbalar. Aprovechándose, limpio los labios de su esposa de toda el azúcar que los teñía, dejándolos completamente limpios.