Capítulo 13.

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Año 2021. Nueva York, Estados Unidos.

Acababa de dejar a Alessandro en el sofá medio dormido, muy cansado y con unas terribles heridas en la espalda.

Por desgracia, John estaba seguro de que tardarían algún tiempo en curarse y fijo que dejaban cicatriz, pero lo que más rabia le daba, era que mientras él había cargado con aquel delgado cuerpo y lo había curado y tratado gentilmente, el nombre de otro hombre había salido de su boca.

La primera vez que lo confundió fue cuando con cuidado lo sacó de su auto deportivo y Alessandro lo llamó medio inconsciente por el apodo de su hermano.

- "Gio..." - Murmuró inconsciente.

Esa vez, lo había tolerado porque después de todo ambos eran familia.

Pero la segunda, cuando estaba pasando un algodón desinfectante tras haberlo metido en la bañera con mucho esfuerzo y haber lavado toda esa cantidad de sangre y mugre, ese gemido erótico que soltó mientras pronunciaba el nombre de ese imbécil por alguna razón lo puso muy celoso.

¡Menudo desorden mental que tenía el pobre John!

Ahora que había logrado dejar acostado a Alessandro, en vez de irse a su maldito apartamento a descansar tras tres días sin dormir apenas, se encontraba pensando como un estúpido en los Salvatore y en Alessandro.

En la cabeza de John tan solo rondaba la idea de que ambos hermanos eran dos polos opuestos.

Giovanni tenía un cabello cobrizo y unos ojos verdes hipnotizantes, con un cuerpo fornido de gran altura; era un cazador nato

Y aunque Alessandro no era nada feo, más que parecerse a un dios griego como dictaban los rasgos característicos de la familia Salvatore, él era como uno de esos vampiros elegantes y sofisticados que se veían en las películas románticas.

Alessandro poseía un cabello largo y sedoso, sus facciones eran delicadas, elegantes y sus ojos oscuros y profundos, llenos de indiferencia e inexpresión.

Los labios finos de mujer y su cuerpo delgado y no muy esbelto lo hacían parecer terriblemente frágil y delicado y a John le asustaba romperlo.

El mismo John no podía evitar encontrar algo extraño en el comportamiento de ambos hermanos.

Su relación era desconcertante.

Si Giovanni no hubiese mencionado que Alessandro era parte de la familia Salvatore, el propio John se habría creído perfectamente la tapadera de amantes que mostraban.

Una actuación en la que su cabeza al interpretó a Alessandro como si este fuese un enamorado fugado.

Él debía ser el amante huidizo del jefe de la mafia, la trama perfecta para uno de esos dramas románticos de Hollywood.

Maldita sea, tenía que investigar mejor a los Salvatore.

John era incapaz de irse directamente a casa, quería saber más, debía saber más si quería proteger a Alessandro de aquel bestia que incluso lo había flagelado casi hasta la muerte.

Él conocía a Alessandro lo suficiente como para saber que este no le diría toda la verdad si eso lo ponía en peligro y por ello, tendría que adivinar el resto por su cuenta.

John, volvió a montarse en su auto que ahora olía a sangre y no pudo evitar sentirse asqueado.

¡Por eso odiaba a los mafiosos, a la Yakuza, a los gánsteres y a todas aquellas organizaciones ilegales que no poseían ningún escrúpulo a la hora de poner en la mirilla a alguien!

Alessandro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora