Capitulo 35.

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Año 2021. La Toscana, Italia.

Giovanni estaba triste.

Lo había escuchado todo y por alguna razón su corazón comenzó a arder al ver que Alessandro no se resistía a las caricias que John le profesaba.

Estaba seguro de que no estaban juntos, de que no eran pareja y de que Alessandro se lo dijo para alejarlo de nuevo y eso lo enojaba profundamente.

Y por ese motivo, se sintió aliviado unos segundos ya que, la confesión que allí había tenido lugar había confirmado su alocada teoría.

Aún así, inevitablemente, la molestia que sentía Giovanni al ver a Alessandro permitir que otro hombre le tocase con tanta intimidad le causaba una furia incontrolable.

En aquel momento, desde la esquina de la puerta, Giovanni quiso ir y apartarlos bruscamente mientras se liaba a puñetazo limpio contra la cara de aquel al que ya consideraba su enemigo jurado pero una mano lo sostuvo antes de que no pudiese reprimir sus impulsos y ahí, vio a su anterior amante que también había sido testigo de toda la escena anterior.

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Al principio, Carlo le había recomendado a John rendirse mientras comprendía que Alessandro jamás sería del chico, pero al ver su entusiasmo y sus ganas de sacrificarse, al observar la mirada amorosa y la expresión perpleja de su medio hermano, quién, no se encontraba molesto ni lo rechazaba, se dio cuenta de que, a lo mejor, el villano de la historia cuando no era él mismo, sino que, en realidad, era el mismísimo Giovanni.

Quitando todas aquellas veces que se había encargado de que Alessandro fuese consciente de su presencia al lado de Giovanni como su pareja, era este último quién, se había negado a aceptar sus sentimientos y lo que antes le escocía tremendamente, ahora que ya no se sentía cegado por aquellas emociones tan tóxicas, le producía sensaciones deprimentes con una rabia que amenazaba con desbordarse como un vaso a reventar.

Alessandro era su medio hermano y tras haberlo visto sacrificarse por él dos veces, por fin lo había aceptado. Él se merecía ser feliz y quizá John pudiese darle lo que Giovanni no le había dado hasta ahora, amor verdadero.

En su corazón, Carlo sentía envidia por los sentimientos tan puros que sabía que nunca podría recibir de otra persona y por eso, al ver esa mirada aterradora que conocía bien tras años y años soportándola, lo frenó y le dio un discurso con unas palabras similares a las que John le había dicho minutos antes en el coche.

- Si realmente lo quieres, serás feliz con solo verlo feliz, aunque no sea a tu lado Giovanni. -

Aquella era una valiosa lección y Carlo lo sabía, pero Giovanni, quién tenía un temperamento explosivo no pudo evitar murmurar con rabia dándole donde le dolía.

- Tú eres el menos indicado para hablar, Montesino; extorsión, celos, intento de asesinato, sobornos, mentiras...y puedo seguir así todo el día si lo deseas. No me digas que hacer cuando no eres más que una escoria, Carlo. -

Eso era un golpe de realidad por lo que Carlo no pudo responderle mientras que se mordía el labio con arrepentimiento.

Él había cambiado, realmente lo había hecho, se estaba tratando de reformar a sí mismo y había acabado en medio de un triángulo amoroso justo cuando lo único que deseaba era abandonar la península y dejar atrás ese oscuro pasado en el que se había comportado como un cabrón de los grandes.

Carlo no quería que Giovanni lo malinterpretara, ya no lo amaba, nunca lo había amado, sino que, más bien, el Salvatore había sido producto de una terrible obsesión que su cabeza no podía dejar en manos de alguien más, un trofeo con el que dormir, un respaldo con el que ahuyentar a sus enemigos y por eso, cuando tuvo la oportunidad, lo soltó todo de sopetón.

Alessandro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora