Capítulo 28.

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Año 2021. La Toscana, Italia.

El hombre vestido de negro maldijo profundamente su suerte mientras trataba de huir esquivando con soltura las balas que provenían del pequeño revolver de aquel anciano mayordomo que, de haber sido un muchacho de su edad, ya lo hubiera matado sin dudarlo.

Él había seguido órdenes de arriba y tras una exasperante investigación por Italia, su equipo al fin había encontrado el rastro de la vieja traidora y de su hija, quién lamentablemente ya estaba enterrada en una profunda tumba que no habían cavado de milagro.

El equipo entero estaba de acuerdo en arriesgarlo todo al desenterrar el cuerpo para ver si el reloj había sido sepultado junto con ella, aunque eso supusiera morir a manos del Clan Salvatore, al menos, hasta que supieron que había un vástago.

El reloj pasaba de generación en generación y no había servido de nada perseguir a la vieja, a la que, tras haber capturado, no lograron sonsacarle ninguna información más, antes de que astutamente escapase y se refugiase en un hospital resguardado por la mafia más peligrosa del mundo.

¡No!

Ahora no podían echarse atrás.

No eran solo ellos los que necesitaban el objeto y ahora que tenían la ventaja, no podían dejarla escapar.

Ese reloj era la clave para ganar la guerra y la Casa Alexandrovich lo necesitaba con urgencia.

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A diferencia del resto de países, en Rusia solamente existía una Organización Criminal dirigida por la Casa más poderosa entre las cinco que gobernaban el país.

Esta fue formada gracias a la alianza de aquellas familias que, tras ver sus negocios amenazados por el Clan Salvatore, se habían visto obligadas a unirse para acabar con aquellos italianos tiránicos un siglo atrás, aunque, por desgracia, toda su lucha fue en vano.

La Organización rápidamente fue mermada de forma brutal tras el enfrentamiento contra la mafia más antigua y poderosa del momento y para colmo, su bando, ni siquiera fue capaz de conseguir un pedacito del comercio de armas que se realizaba por rutas marítimas.

Quizá había sido un error haber tratado de tomar venganza ya que, la única victoria que consiguieron los rusos fue oponiéndose al mando de los Alexandrovich, la Casa líder de la organización y la más fiera de entre todas las demás quienes como consecuencia de su deseo de mantener la estabilidad del país, sufrieron una rebelión dónde las demás Casas se unieron dándole la espalda a su dirigente para asesinar al maldito Fabrizio Salvatore bajo un nombre que no era suyo, lo que trajo como consecuencia que las propiedades de los Alexandrovich ardiesen como un jodido infierno.

En la actualidad la gloriosa Organización era un desastre que no lograba ponerse en pie de nuevo y que, para colmo, no tenía ningún líder.

Cada uno de los miembros de la Casa Alexandrovich había tenido que esconderse cobardemente porque ninguna de las demás Casas la reconocían como una de ellas.

Los años victoriosos de esta, para el resto, se habían acabado.

La maldita Casa Romanov trataba de poner a la alianza de Casas contra los casi extintos Alexandrovich y eso había dado lugar a una cruenta guerra civil para decidir quién sería la siguiente en ocupar el puesto de Imperator o dirigente de lo que quedaba de la Organización.

¿Cuándo se les había ido tanto de las manos?

¿En qué punto, las Casas habían olvidado su objetivo común de conseguir un puerto comercial marítimo?

Alessandro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora