❝𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑❞ ᵃ ᵍᵉᵒʳᵍᵉ ʷᵉᵃˢˡᵉʸ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ✓

luego de la tormenta ⁸⁴

Me encontraba en un lugar blanco y brillante, parecía ser un día de primavera cualquiera pero no se veía verde por ningún lado, solo se sentía una brisa cálida y agradable... tan familiar...

Caminé por ese lugar, acercandome más a ese sentimiento de paz que se incrementaba en cada paso que daba en ese suelo liviano como las nubes. Veo dos siluetas sentadas en el suelo, conversando animadamente y vestidos de blanco.

Me acerqué y dos rostros familiares me pidieron que me siente con ellos, miraban hacía en frente, hacía donde estaba la paz y ese sentimiento de descanso pleno.

—Me alegra volverte a ver Isabella. —me habló en portugués mi ex profesora de defensa contra las oscuras, que antes me daba en Castelobruxco.

—¿Estoy muerta? —pregunté en el mismo idioma.

—Tú no, nosotros sí.

—No sabía que sabía hablar portugués señor Dumbledore.  —Le dije sorprendida y él soltó una pequeña risita.

—No se hablarlo, pero aquí nos entendemos todos.

Volvieron a quedarse en silencio y miro a mi profesora, sus ojeras se habían hecho más grandes desde la última vez que la había visto y las líneas de expresión estaban más marcadas en su rostro.

—¿Es por eso que no me envió más tarjetas de navidad? —Le pregunté un poco dolida, ella asintió lentamente y me regaló una sonrisa.— Lo lamento.

—No lo lamentes, no es mala la muerte.

—¿Que hago aquí si no estoy muerta?

—Tú también eras un Horrocrucx de Voldemort, otro que como Harry no planeó. Creí verte aquí y la llamé para que venga conmigo a saludarte ¡Y tenia razón! Como tu hermano, arriesgaste tu vida para salvar otra. Así llamaría yo a un héroe. —me explicó Dumbledore. Él miró hacía atrás de su espalda, como si pudiera ver algo más que un ambiente cubierto de blanco y luego sonrió.— creo que deberías volver, si te quedas mucho tiempo quedarás cautivada por esta paz.

—¿Y como salgo de aquí? —Me levanté al mismo tiempo que ellos y miré hacia todos lados en busca de algo que me indique la salida, pero no, todo era blanco.

—Ve por el lado contrario, sigue los sonidos.

—Un gusto volver a encontrarme contigo Isabella, ¿Sabías que eras mi alumna preferida? —Negué con la cabeza rápidamente mientras ella ponía ambas manos en mi rostro.— Pues ahora lo sabes. Suerte, y espero que vivas una larga y feliz vida.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y ella plantó un pequeño beso en mi frente, luego se alejó junto con Dumbledore y yo partí hacía el lado contrario. Primero caminando y luego corriendo hasta que escucho esos sonidos que Dumbledore me había dicho y corro más rápido hacía ellos hasta que una luz envuelve todo mi cuerpo.

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Todo se escuchó más claro de repente, llanto, grito, algo me movía. Abro mis ojos lentamente y reconozco el pelo pelirrojo de George y su voz, él me tenía abrazada, con mi cabeza en su cuello. También oía a Harry, gritaba tanto como cuando vimos a Sirius ser tragado por el velo.

—Ge-george —La voz entrecortada de Molly se escuchó cerca, pero fue interrumpida por otra.

—Mamá, déjalo. —Fred, también con la voz tomada, alejó a su madre y sus pasos se alejaron.

—Prometiste que ese no sería nuestro último beso, lo prometiste. —Susurraba mientras enterraba su cara en mi cuerpo.

—¿Quien dijo que ese lo fue, Weasley? —Él se quedó helado y dejó de llorar, me separó de él y me miró con los ojos bien abiertos y palidos.— Hey...

Sonreí y él me abrazó aún más fuerte que antes. Arabella y Hermione lo golpearon para llegar a mi lado y comprobar que lo que habían escuchado no era una alucinación. Y sí, estaba viva. Ellas me abrazaron corriendo a George a un lado, tirandolo al piso de espalda, luego intentó pararse de nuevo pero Harry piso su rostro para abrazarme también.

Luego se unió Ron, Luna, Ginny y Draco. Todos llorando a mi lado.

—Ya dejen de llorar ¡Estoy bien! Eso debería ponerlos felices, no llorar.

—¡Como... te... atreves... a decir... eso! Estuviste así por una hora.

—Hermione, no la regañes, recién vuelve de la muerte. —La broma de Ron hizo reír a Hermione, luego él le plantó un beso en su mejilla y secó sus lágrimas.

Abrí mis ojos bien grandes y miré a Arabella, ella se estaba secando las lágrimas de los ojos con la manga de su campera, cuándo se dio cuenta que la estaba mirando me dio un zape detrás de la nuca.

—¡Hey!

—Idiota.

—¡Sigo aquí abajo! —Todos salieron de arriba de George y él suspiró.— ¡Gracias! Ahora...

Él giró la cabeza para besarme pero Harry me había atraído hacía él, abrazandome por la espalda obligándome a descansar en su pecho. George cruzó los brazos y miró a otro lado ofendido.

—Sabía que estabas viva, sabía que ibas a pasar lo mismo que yo.

—¿También fuiste a ese lugar blanco?

—¿Que? ¿Como sabes eso? ¡¿Estuviste con Dumbledore?!

—Claro ¿Tú también? —él asintió y hablamos de como era ese lugar, el resto nos miraba como si estuviéramos teniendo una conversación de locos.

—Isabell–

George fue de nuevo interrumpido por Molly, que nos abrazó a Harry y a mí dándonos besos en toda la cara, también llorando y agradeciendole a millones de dioses que ambos hayamos sobrevivido a la muerte.

Arthur la sacó a la fuerza de arriba mío solo para que Charlie y Bill se aferraran a mí, por lo visto Charlie había llegado con dragones desde Rumanía y me contó de su travesía, Bill me habló de lo genial que había estado Fleur. Draco estaba cerca mío mirándome tímido, movía los dedos de sus manos y esperaba que fuera su turno para hablar conmigo.
Cuando ellos fueron interrumpidos Draco agachó un poco la cabeza y miró nervioso el suelo.

—Gracias, por mostrarme que era mejor que eso. Ahora... ahora ambos tenemos la marca... no te sentirás tan sola ¿Verdad?

Me reí y lo abracé.

George bufaba atrás nuestro y miraba enojado toda la escena.

—¡¿Puedo estar con mi novia por lo menos un segundo?! —gritó enfadado como un niño chiquito haciendo berrinche. Me acerqué a él y lo besé.— ¡Gracias! ¡Al fin!

—Deja el drama.

—¡Tú deja el drama! Hacerte la muerta... Sabes que no estamos en esas novelas latinas que miras todo el tiempo ¿verdad? Esa... ¿Rosa de Guadalupe era?

—¡Y pasión de gavilanes! —gritó Fred por atrás haciéndome reír.

Luego de un abrazo calentito me doy cuenta que alguien faltaba, y pregunté, con el presentimiento de alguna mala noticia, donde estaba Remus y Tonks. Me ayudaron a levantarme y me llevaron a dónde estaban.
Mis ojos se llenaron de lágrimas al verlo acostado en esa camilla improvisada, con sangre en el cuerpo y varios vendajes. Él también lloró cuándo me arrodille a su lado y lo abracé.

—No me habían dejado ir a verte...

—Está bien... te perdono ¡Pero solo por esta vez! La próxima vez que pase deberás recompensarmelo —Tonks rió ante mi broma y acarició dulcemente mi rostro. Ella también estaba herida y tenía vendado un ojo, pero aún así sonreía.— Estamos todos bien. —dije mirando a todas las personas que más quería en el mundo bien.— ¡Estamos bien!

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me voy a dormir esperen el epílogo mañana amiwis, gracias por seguir la historia hasta acá ♡