Compras de navidad⁶⁸

3.1K 239 49
                                    

Una semana más tarde comenzaron las vacaciones de invierno oficialmente para los estudiantes de Hogwarts, lo que significaba que Arabella iba a venir a la casa de Sirius.

La casa estaba tranquila y alegre. Sirius nos había animado a todos para que decoremos con él la casa entonces pasamos toda la mañana colgando bolas de colores por toda la casa.

Arthur seguía en el hospital pero lo visitabamos todas las tardes. Y George seguía sufriendo bullying, la mayor parte de Sirius, porque Remus había tomado la decisión de fingir que no existía. Como George no existía para él, se ganaba pisotones y empujones "accidentales".

—Estoy cansado —acostó su cabeza arriba de mi pecho y me abrazó.

Estaba acostada en el sillon leyendo un libro que Sirius me había dado de sus padres, dijo que lo encontró en la guarida del elfo doméstico que seguro había robado de algún lado para que no lo tire.

—¡Prestame atención! —infló sus cachetes e hizo puchero como un niño chiquito.

Saqué la vista del libro por un segundo para verlo y le acaricie el pelo. Él cerró los ojos como un gatito y su respiración se volvió más lenta hasta que quedó dormido.
Era casi el mediodía y el calor de la casa daba sueño, cuando quise acordar también me había dormido como George.

Un aire frío entra por la casa y me siento incómoda. Sentían que me observaban. Me despierto de a poquito y escucho también voces.

—¡Yo te dije! Lo sabía.

—Si Hermione, tu siempre sabes todo —una voz sarcástica muy conocida le respondió.

Abro mis ojos y me encuentro a mis dos mejores amigas mirándome a mi y a George.

—¡Era hora que despertaras! Esperaba una bienvenida con globos y serpentinas pero solo te encuentro tirada aquí durmiendo con él, no lo apruebo —Arabella se cruza de brazos.

—¡¿Ya se arreglaron?! Es genial, deberás contarnos toda la historia. Por dios Arabella debe haber una razón, deja re renegar.

—Hola, ¿no deberías haber estado esquiando con tus padres?

—Con lo que le pasó al Señor Weasley decidí quedarme, les dije a mis padres que tenía que estudiar para no preocuparlos con temas del mundo mágico y eso.

—¿Por que hay tanto ruido? —George levanta la cabeza con los ojos entrecerrados y ve a las dos chicas.— dejen dormir a la gente —les dice y de vuelve a acostar.

—Cuida tu lenguaje con nosotras porque tenemos más poder del que crees.

—¡Ya tranquilizate! Isabella seguro nos va a contar por que lo perdonó. Además, si ella lo perdona nosotras también.

Arabella se cruza de brazos y mira a otro lado.

—Pues tú lo perdonaras porqué yo no pienso hacerlo, de todas formas Fred siempre fue mi favorito —Hermione la fulmina con la mirada.— y veo que el tuyo también.

Hermione abre la boca ofendida y se va del living caminando dando pasos fuertes.

—No te voy a contar nunca más nada —le grita.

—Y tú, maldita traicionera. —me lanza su gorrito, luego su bufanda y así mientras se saca los abrigos.— ¡Me dejaste sola en el exámen de los duendes!

—Eran gigantes —le digo mientras intento cubrirme.

—¿Gigantes? Mierda, puse que podían llegar a medir hasta 30 centímetros. ¡Tú culpa! ¡todo para estar revolcandote con este!

❝𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑❞  ᵃ ᵍᵉᵒʳᵍᵉ ʷᵉᵃˢˡᵉʸ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora