❝𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑❞ ᵃ ᵍᵉᵒʳᵍᵉ ʷᵉᵃˢˡᵉʸ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ✓

La batalla de Hogwarts⁸³

Aterrizamos en medio del gran salón, había alumnos en todos lados llorando y otros gritando del horror. Me levanté y visualice a dos chicas corriendo hacía mí, una rubia y una peli-negra.
Luna y Arabella me dieron un fuerte abrazo del que no me quería despegar nunca.

—¡Están bien!

—Claro que lo estamos ¿Con quién piensas que estás hablando? —respondió Arabella con un tono de superioridad, pero de pronto su voz quebró y me abrazó de nuevo.— Cuando dijeron que estabas desaparecida pensé lo peor, no vuelvas a hacer eso.

De repente sentí como dos brazos se aferraban a mi espalda igual de fuerte que Bella, cuando giro mi cabeza encuentro a Hermione llorando desconsoladamente, sin poder formular una palabra por todo el llanto. Las tres nos dimos un fuerte abrazo, estábamos juntas de nuevo. Luego una cabecilla pelirroja se unió al abrazo también.

—Me alegra verte Ron. —sonreí.

Fue inevitable que unas lágrimas no se salieran de mis ojos al reencontrarme con mis amigos de nuevo, pero el detonante fue Harry. Corrió y movió a todos los que estaban en su camino hasta llegar por fin a mí. El abrazo que esperé por tanto tiempo...

—Por un momento pensé que te había perdido de nuevo. —lloró en mi hombro y yo hice lo mismo.— No te vuelvas a despegar de mi de nuevo por favor.

No era posible para mi imaginar ahora un mundo sin estar junto a Harry, no podría imaginar una historia en la que nunca me hubiese reencontrado con él, en una que seguía siendo una huérfana sin amigos o alguien a quién confiar. Ahora entendía realmente lo que era tenerlo a mi lado y haber conseguido amigos tan leales en Hogwarts.

Ese mismo Hogwarts que ahora estaba irreconocible, ya no era un lugar de pura felicidad como lo fue en un momento, estaba todo diferente.

—Faltan alumnos... ¿Dónde está todo Slytherin? —pregunté al darme cuenta que Draco no se veía por ningún lado, aún debía darle el reloj de Nathaniel y disculparme. Aún necesitaba arreglar eso.

—Encerrados en las mazmorras.

—Intentaron entregar a Harry.

—¿Intentaron qué...? C-como sea necesito ver a Draco.

—¿Draco? —preguntó Harry desconcertado.— sabes que el es un mortif–

—Lo sé Harry pero sigue siendo mi amigo, solo... necesito verlo. Volveré en seguida. —salí corriendo del gran salón— ¡George te puede contar todo!

—¡Solo tenemos unos minutos hasta que vengan!

—Estaré aquí para antes de eso.

Bajé corriendo los pasillos directo a las mazmorras, aquellos pasillos que más de una vez había pasado junto a Arabella para ir a los dormitorios o a las clases con Snape, algo que ahora no iba a ser posible. Doblé por un pasillo y encontré a todos los chicos de Slytherin encerrados por una reja, cuando me vieron muchos comenzaron a insultarme pero otros con los que me llevaba bien pidieron mi ayuda. Miles era uno, estaba muy preocupado por lo que pasaba y me rogaba que lo saque porque quería ayudar.

Del fondo salió Draco con los ojos bien abiertos, yo le regalé una sonrisa rota y esperé a que quedemos frente a frente.

—Y-yo no-... yo no pude salvarlo. —mi voz se quebró de nuevo al entregarle el reloj de bolsillo que antes le había pertenecido a su hermano mayor; Draco se tapó la boca con la mano y lo agarró.— e-estabamos juntos, él me salvó y un día vi-vinieron ellos y Bellatrix lo...

No pude continuar que mi corazón volvió a romperse, los ojos cristalizados de Draco me miraban y estiró sus brazos para alcanzarme.

—¿E-ella lo hizo? ¿Bellatrix? —asentí y vi a un Draco que nunca había visto antes, su mirada estaba llena de furia a pesar de que de sus ojos estén llenos de agua y apretaba fuerte en reloj.— ¿Él peleó contigo?