❝𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑❞ ᵃ ᵍᵉᵒʳᵍᵉ ʷᵉᵃˢˡᵉʸ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ✓

confesiones y dementores ²⁰

A la semana, nuevamente Ron y Harry, me llamaron desesperados a la hora de almorzar, tenían un diario en la mano.

—¿Que pasó? ¿Hay noticias de Black?

—No, mira! ¡¡Estas en la portada de El Profeta!!

—eh? —los miro confundida y ellos me pasan el diario.

¡¡La hermana perdida de Harry Potter apareció!!

Isabella Potter, la hija perdida de James y Lily Potter y la que con Harry Potter acabaron con tu sabes quién, ingresó al colegio de magia y hechiceria de Hogwarts a principios de éste año.
Se dijo por mucho tiempo que luego de que los Mortifagos la habían secuestrado, había sido asesinada por ellos. ¡Pero no fue así! Ella fue oculta en un orfanato al otro lado del océano, en Brasil, donde estudió en Castelobruxo sus primeros años antes que dieran con ella....

—Esto... como...emm —estaba nerviosa, no sabía que decir.

—Tranquila, hicieron lo mismo conmigo cuando comencé también —dijo Harry.

—Pero... ¿Por qué?

—¿Por qué? —dice Ron— ¡en el mundo mágico son celebridades! Terminaron con el más temible mago que ni Dumbledore pudo.

Miro el periódico más detenidamente, estaban las mismas fotos mías que habían puesto en el diario de la escuela días antes.

—¿Como fue que llegaron esas fotos ahi?

—El niño del periódico escolar... ¿Como se llamaba Harry? Ese que te acosó mucho el año pasado... bueno ese creo que escuché que es el hijo de una periodista que trabaja para El Profeta... seguro se la envió para mostrarle su trabajo y bueno...

Ahora tenía sentido. Me ponía incómoda que la gente sepa de mi y hable así, como si fuera una celebridad.

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—Ahora que eres famosa ¿no me darías un autógrafo? O tal vez una foto dandome un beso en la mejilla.

Le pego un empujón a George para que deje de molestarme con el tema de la noticia en el diario, no era la primera vez que un Weasley bromeaba con eso.

—¿Que? Nadie me va a creer si les digo que me diste uno.

—Es qué eso no pasó, ya deja de molestarme. No soy famosa ni nada de eso.

—Vamoooss si lo eres.

—¿solo por que salí en un diario? Te recuerdo que también saliste en uno a fines del verano.

—¿Quieres una foto besandote la mejilla? Con gusto te lo daré —se acerca a mi exagerando sus labios.

—sal de aquí.

Comienzo una pelea entre George que estaba con los ojos cerrados y se tiraba encima de mi y yo que separaba su cara de mí. Ambos reíamos y nos divertíamos.

—...¿Que están haciendo?...

Una voz nos hace separarnos de la vergüenza de la situación.