tiempo en "familia" ²

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Me atreví a tocar la puerta y me abrió un chico gordo, tenía comida en la boca y masticaba con la boca abierta, parecía un cerdo.

─Emm disculpa, ¿Esta es la casa de los Dursley?─pregunté nerviosa, generalmente no soy así, tengo un carácter bastante fuerte y soy confiada pero esta era una situación que nunca me esperé vivir.

El chico me miró serio de arriba a abajo, se quedó callado un tiempo, bastante incómodo, hasta que finalmente gritó.

─MAMAAA HAY UNA CHICA EN LA PUERTA QUE LOS BUSCA. ─Se dio vuelta y se metió a la casa, yo me quedé esperando afuera, mis manos temblaban y me comenzó a costar respirar. Finalmente apareció una señora delgada y alta, se me quedó mirando con los ojos bien abiertos.
Cansada del silencio decido hablar primero.

─Busco a los Dursley, me dijeron que vivían aquí pero creo que me equivoqué de casa, disculp... ─No logro terminar la oración que ya me estaba dando vuelta para salir y preguntar en otra casa pero ella me interrumpe.

─Sos Isabella, ¿verdad? ─dijo medio tartamudeando, yo asentí.─ Eres igual a Lily, pasa.

A pesar de hacerme pasar a su casa su expresión no era de felicidad, no me abrazó, ni se alegró de verme. Mierda, sabía que esto pasaría.
La casa era grande, se notaba que no les faltaba nada. Al parecer había estado cocinando porque se podía sentir el aroma de comida en el hogar.

─Supongo que ya lo sabes pero soy la hermana de tu madre, dijeron que vendrías pero no les creí. ─dijo con expresión de odio y disgusto.─ Te quedarás en la habitación de visitas y te advierto de ante mano. ─se acercó y con tono amenazante dijo.─ No quiero magia en esta casa, entendido? Llego a notar que algo no se mueve como debería y terminarás en la calle.

¿Acaso esta gente esta gente no sabe modales? Como sea, pasaré poco tiempo con ellos. Dudley, el chico que me recibió y mi primo, me guió a mi habitación, seguía teniendo comida en la boca pero ahora tenía una barra de chocolate que se le derretía en la mano. No había señales de algún chico parecido a mi por ningún lado pero tampoco quise preguntar, sabía que si le llegaban a hablar como me hablaron recién podría llegar a responder cosas que me pondrían en desventaja.
No desenpaque nada, solo saqué un libro de mi baúl que venía leyendo antes de que venir a aquí. Es un libro de artes oscuras, mi profesora favorita de mi antigua escuela me lo envió como regalo de despedida junto a una carta que decía algunas cosas personales, es una lástima que no me haya podido despedir de ella, era tan buena y siempre estuvo para cuidarme, además me invitaba a pasar la navidad con ella y su familia pero como en Brasil navidad es en vacaciones de verano no podía ir ya que el orfanato no me lo permitía.
No hice nada más que leer, me daba vergüenza bajar y además no quería molestar. De todas formas tuve que hacerlo porque Dudley me avisó que la comida estaba lista. Cuando bajé había un hombre gordo con bigote, supuse que era el marido de Petunia.
Justo cuando estaba por saludar y presentarme ella me interrumpe.

─Acá está, te dije que iba a venir, te dije que la iban a traer.

El hombre me miró con seriedad y luego miró a su mujer, me señaló a mi y a Petunia, ella asintió. Luego largó un suspiro y dijo.

─No puedo creer que nos deshacemos de uno y de la nada aparece otro. ─Se masajeo la cien y se empezó a servir.

En medio de el almuerzo silencioso Dudley, otra vez con la boca llena de comida pregunta.

─¿Y esta quién es?

─Es la hija de la mamá de Harry. ─Dijo Petunia mientras suspiraba.

─¿¡La mamá de Harry tuvo dos hijos?!

─Si, Dudley hijo, te contamos de que los Potter habían tenido gemelos.

─Ahhh ya recuerdo, pero...─me miró.─ ¿no estabas muerta?

Lo miré con la cara más sería que encontré y procedí a ignorarlos. ¿Harry también pensará que estoy muerta? ¿No sabe nada que estoy acá? ¿Estos idiotas no le contaron nada?
Terminamos de comer y me ofrecí para ayudar a limpiar pero Petunia se negó de inmediato y comenzó a decir que si era igual que Harry iba a hacer un desastre. Entonces me fui a mi cuarto.
Lo único que hice en los días que estuve en lo de los Dursley fue ir de mi habitación a la cocina, a veces salía al patio a sentarme abajo de un árbol y despejar mi mente pero luego veía que me miraban feo entonces me encerraba otra vez en mi habitación. Definitivamente fueron los peores días que he pasado y los más incómodos, podía sentir la presión y mala energía que había en esa casa.
Una de las cosas que puedo rescatar es que en la casa había una plantita. Se la veía muy triste y seca y le pregunté a Petunia si podía cuidarla, aceptó de mala gana porque decía que no iba a funcionar ya que ya estaba muerta. Si, Petunia, como yo.
En Castelobruxo estudiamos mucho la Herbologia, es nuestra orientación principal, hasta tenemos uniformes verdes, por eso sabía que esa plantita aún podía ser cuidada y salvada. Me propuse que en los días que pasara en esa casa la plantita iba a recuperarse y eso es lo que realmente pasó, creció sana y muy linda.

Pasaron los días y por fin llegó el viernes, al día siguiente me iría de esta casa e iría con mi padrino. Espero que sea mejor que estar con esta gente tan grosera, ya no los aguanto ni un minuto más.
Baje a la tardecita para buscar algún bocadillo porque tenía hambre y me encontré con Vernon, me dijo que iba a tener una importante cena de trabajo y que no debía bajar bajo ninguna circunstancia, no debía hacer ruido ni intentar hacer magia.
Esa noche no comí y me sentía muy enojada porque me perdí un banquete muy grande y rico. La gente rica si que sabe comer bien.

❝𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑❞  ᵃ ᵍᵉᵒʳᵍᵉ ʷᵉᵃˢˡᵉʸ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora