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Summer's Pov.

La noche había caído, las chicas y yo habíamos escondido a Peyton dentro del tapete; completamente enrollada.

—Me siento en una comedia—susurra Rose, para luego reír.

—Y yo en una película donde un grupo de chicas matan a una perra e intentan esconder el cuerpo —dice Nala, haciendo que Peyton se queje.

—Bien, Dylan y Rose salgan por la ventana—le digo—Nala y yo le pasaremos a Peyton.

—¿En serio vamos salir por la venta?

—¿Si?—Le digo.

—Sería menos sospechoso salir por la puerta, además las caderas gordas de tu hermana no van a pasar por la ventana—de nuevo Peyton se queja.

—Debemos intentar.

—Será complicado y menos sospechoso.

—Bien, salgamos por la puerta.

—Esto me sacara hernia—dice Nala.

Me rio negando con la cabeza, al mismo tiempo que levantamos a Peyton, caminamos hasta la puerta, pero las piernas caen al suelo.

Solo escucho que se queja de dolor—¿Que les pasa?—Susurro.

—Pensé que la tenías Dylan—Dice Rose.

—Lo siento—dice Dylan, avergonzada.

—Será mejor que tengan más cuidado.

—Bien.

—Hay que irnos—Las cuatro salimos, en total silencio. Evitando que nos vieran.

Pero fue imposible, con tantas personas uniformadas en casa—debemos sacar los tapetes viejos, mañana traerán otro—habla Nala y los soldados se miran, para luego mirarnos.

—¿Necesitan ayudan? Se ve muy pesado.

—Oh, no. Hay que hacer ejercicios de vez en cuando—dice Nala, sonriendo.

—Bien, cualquier cosa estaremos por aquí cerca.

—Seguro—decimos y ellos se marchan.

—Estuvo cerca—susurro aliviada.

—Ahora, abre la puerta Dylan—Ella corre hasta la puerta y la abre.

—Juro que después de esto trabajaré más mi fuerza—dice Rose.

—Sería hora que fueras al gimnasio—dice Nala, burlándose.

—Apresuren el paso—dice Dylan, asustada.

Salimos de la casa y caminamos con pasos apresurados.

—Cada vez se siente más pesada—dice Rose—sino llegamos rápido, se va a caer.

Cuando estuvimos llegando a los árboles, nos detuvimos.

—¿Nos verían?—Pregunta Dylan, intentando recuperar el aire.

—No lo creo.—Susurro

—¿A dónde se dirigen?—La chica vestida de uniforme, nos apunta con su linterna.

—Vamos a dejar este tapete lejos, porque si mi madre ve lo que hice, lo más seguro es que me mate—le digo.

Sin embargo, Peyton comienza a chillar— los siento—dice Rose, fingiendo ser ella—es que no soporto la idea de que Samantha vea este tapete y quiera matarnos, por llenar de vino su tapete favorito.

—¿Pesa?

—No, solo es grande y como verá, no tenemos mucha estatura.

—Parece que llevaran un cadáver ahí.

What we thought was lostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora