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Miro al frente y los recuerdos me atormentan, día tras días. Recomendarme cuan tonta fui.

Aquel día la nieve estaba cayendo, dejando muchas capas blancas en el suelo. Todo era perfecto para jugar con mi trineo nuevo.

—¡Será divertido!—Con una enorme sonrisa en mis labios—¡Fuera abajo!—Grité y bajé la pequeña montaña con mi trineo. No obstante, había un auto estacionado frente a nuestra casa; donde al mirar al frente, pude ver que la puerta del asiento trasero se abrió, bajándose un niño más o menos de mi edad.—Cuidado—grité pero ya era muy tarde y el pequeño accidente ocurrió, me había llevado al niño desconocido.

Él se golpeó y yo había caído a la nieve boca abajo.

Cuando me levantó mi cara estaba llena de nieve—¡Otra vez!—Dije sonriendo muy feliz.

Mi hermana mayor me miraba mientras niega con su cabeza—¡Se lo diré a mamá!

—¿Estas bien?—Preguntó una voz masculina gruesa.

—Mejor que nunca—dije tomando la mano de aquel gran hombre de ojos marrones y cabellos casi blancos como mis abuelos.

—Nos diste un gran susto—Una voz delicada y femenina se escuchó. Aquella mujer, lleva ropa abrigada y sobre sus cabellos castaños un gorro gris.

—¡Summer!—Mi madre corrió hasta donde estaba yo y me abrazo.—Tu hermana me contó lo que hiciste.

—Estoy bien mami.—Dije mientras ellas me revisaba que no tuviera algo roto o algún golpe. Al ver que todo estaba bien bajo mis brazos.

—Hola.—Mi madre miró a la señora.Soy Denise—dijo sonriendo.

—Hola—Mi madre sonrió—soy Samantha y ella es Summer, mi pequeña traviesa.—Me escondí detrás de las piernas de mi mamá.

—Es muy hermosa—sonrió haciendo que me escondiera —Él es mi esposo Tony.

—Mucho gusto señora—Estrecharon sus manos— ellos son nuestros hijos: Tony; el mayor—señalo al rubio de ojos marrones—nuestro segundo hijo, Mike—dijo señalando a un castaño quien al igual que su hermano mayor nos sonreía—el tercero ,Jimmy—el otro castaño, era al que había golpeado con mi trineo— Y por último Billy, que está durmiendo—dijo divertido.

—Vaya, una familia grande—dijo mi madre sonriendo.

—Nos gustan los niños—dijo el señor haciendo reír a los adultos.

—Bienvenidos a este lado de Illinois—Ella dijo al mismo tiempo que acariciaba mi espalda.

Desde aquel día, nos hicimos muy buenos amigos de los Garoppolos. Tanto que asistimos a las mismas escuelas y a la misma secundaria; Escuela Secundaria Rolling Meadows.

En donde, los hermanos Garoppolo jugaban para el equipo de fútbol americano y yo para el equipo femenino de fútbol.

—¡Nunca me casaré con alguien que sea del ejército o que tenga que ver con eso!—Dije caminando a través de las delgadas ramas del árbol.

Jimmy sonrió—eso lo sé. Pero, ¿tu padre?—Él lo pregunta, pues mi padre está en el ejército.

—¿Qué hay con él?

—A él le gustaría que te casarás...

—Él dice que mientras sea feliz, el me apoyará. Además, está feliz porque soy buena jugando fútbol.—Dije muy feliz.

—¿Entonces tengo oportunidad? Serás la mejor, te lo aseguró—Aquello me había caído por sorpresa, tanto, que la rama del árbol se rompió y caí al suelo sobre mi tobillo. Aquel dolor hizo que gritará y las lágrimas se asomaran.—¡Summer!—Jimmy corrió hacia mí.

—Sólo fue un pequeño golpe.—Dije haciéndome la fuerte.—¿Que dijiste?

—¿Qué serás la mejor?

—¡Lo otro!—No sabía si era el corazón que me dolía o si era el tobillo.

—Que sí, tenía oportunidad contigo.

—Jimmy, lo siento...

—¿Qué?—Frunció la frente.

—No podrá ser. Lo siento.

—Pero...yo...creí...

—Lo siento.

Se levantó cabizbaja—entiendo. Te ayudo a...

—No, aquí el piso está muy suave—mentí por segunda vez.

—Bien. Debo irme.

—Está bien.

Desde ese día no volvimos hablar de aquello, Jimmy y yo asistimos a Eastern Illinois University; él jugaba para el equipo de fútbol americano de la universidad; como quarterback y yo para el equipo de fútbol de la misma.

Pero, había sido el destino que nos había separado. Pues, él se había ido a jugar para New England Patriots; en Foxborough, Massachusetts y yo me fui con Chicago Red Stars; con sede en Chicago, Illinois.

Quizás fue lo mejor para ambos o quizás fue el peor error de mi vida.

What we thought was lostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora