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La época del año más hermosa había llegado, toda nuestra casa está decorada. Y nuestras familias se reúnen para celebrar la Navidad, desde que era muy pequeña siempre me gusto esta fecha, ya que, podía ver la nieve caer, jugar con mi trineo favorito, pero lo más importante es tener a papá en casa sin ninguna obligación que involucrara la palabra trabajo.

Observo a los Garoppolo conversando con mi papá, la mamá de Rose y la familia de Nala. Todos muy alegres, pues hacía tiempo que no compartíamos todos juntos, no sin la horrible presencia de Samantha y su loca hija.

—Se supone que la fiesta está allá—sonrió al escuchar a Jimmy detrás de mí.

—Pues, me gusta ver a todos conversar muy alegres.

—Sin contar que después de esto, todos debemos colocarnos pijamas navideñas—idea de Maite.

Sonrió—te verás muy guapo señor Garoppolo.

—Y usted se verá muy sexy, futura señora Garoppolo.

Me comienzo a reír—calma tu caballo amigo, hasta que no tenga un anillo en este dedo—le enseño mi dedo anular— no soy la futura señora Garoppolo.

—Sabes que en algún momento te haré la propuesta.

—¿Debo esperarla?

Sonríe mientras niega con su cabeza—tiempo al tiempo cielo.—Deja un pequeño beso en mis labios—estás de suerte.

Le miro confundida y el señala al muérdago que estaba sobre nuestras cabezas—gracias muérdago.—Le dejo un pequeño beso en sus labios.

—¿Sabes? Quería esperar, pero no puedo—me mira a los ojos y busca algo en el bolsillo de sus pantalones, al sacarlo. Me muestra una pequeña caja aterciopelada de color roja. Al abrirla, dejo ver dos anillos de color negro con manos muy pequeñas que entrecruzaba los meñiques; en blanco y por dentro de los anillos estaba la palabra: I love you.

Mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas—Jim.

—Te prometo que estos anillos van a cambiar, no será hoy, pero con esto. Quiero que sepas que te amo y que contigo estoy dispuesto a todo, porque solo tú haces que mis días se iluminen y me llenen de esperanza para seguir luchando por mis sueños—saca los anillos de su caja—quiero que creas en ti y en mí, que haya un nosotros juntos para toda la vida en un futuro no muy lejano, por eso te entrego este anillo de promesa—toma mi mano—¿lo aceptas?

Sonrió con el corazón desbordando de amor—acepto—y con una sonrisa, coloca el anillo, sobre mi dedo anular.

—Me encantas—dice sonriendo y luego besa mi dedo con el anillo.

Yo tomo el otro anillo y su mano—Porque desde toda la vida supe que serías mi único amor—y sin más le coloco el anillo en su dedo anular.

—Me gusta eso—me da un pequeño beso en los labios y me sonríe.

En la mañana, nos encontrábamos abriendo los regalos con nuestras pijamas navideñas, todas del mismo modelo; pantalones largos de franjas rojas y blancas, una camisa blanca con mangas rojas y un reno que sobresalía la nariz roja —bien, su atención por favor—habla papá—Como todos saben, mi segundo matrimonio fue un completo desastre—miro a papá sin comprender a donde quería llegar con eso.—Pero, —continuó—luego me di cuenta de lo que estuvo frente a mí y me dije: Sí no le colocas un anillo en su dedo, la perderás—miro a Rosie y luego miro a papá, mi corazón se acelera al ver que tiene en sus manos una caja pequeña de terciopelo color negra.

—¿De...de que hablas?

Papá coloca una rodilla en el suelo frente a Maite y la mira—no soy perfecto, pero contigo, nena siento que quiero ser el mejor ser humano.

What we thought was lostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora