What we thought was lost

32

—¡No Summer! Olvida eso—me dice Rose histérica.

—Por favor, Rose, por una vez en la vida, sigue a tu corazón.

—Y mi corazón dice: estoy mejor sola, ¿Qué te parece?

Ruedo los ojos—te volverás amargada y vieja.

—¡Jamás! Eso nunca, primero muerta.

—¿Aceptas salir con Nick?

—Ni siquiera lo conozco, además, no es mi tipo.

—¿Tú tipo es un Amendola, por casualidad?

Frunce el ceño—¿Qué tiene que ver la almendra gigante?

—Puede que quizás...quizás, te guste.—Dije, esperando a que me lo confesara.

Se cruza de brazos—¿Jimmy, cierto? Es, ¡Genial!

—¿Qué cosa?

—Correrá sangre Niners. ¡Jimmy!—Grita, entrando a la casa.

—¡Rose!—voy detrás de ella.

Pero, cuando llego. Rose tiene a Jimmy por el cuello de la camisa—¿Qué sucede?

—Te mataré

—Espera, espera. No me dejes sin novio.

—Esa es mi chica—dice Jimmy.

—Tenemos media hora de novios y ya lo quieres matar, al menos espera tres meses.

—Espera...¿qué?—Me mira—no, pues, gracias—dice Jimmy, sarcástico.

—Lo siento guapo, pero aprecio mi vida—le digo.

Rueda los ojos y suelta a Jimmy—Vuelves a decir que Almendra me gusta y te corto el pene.

—Pero...¿dejarías a Summer sin hijos?

—Cierto, te cortaré la garganta. —Intento no reírme al ver la cara de Jimmy cuando se iba acercar Rose, pero me coloco en medio.

—¡Basta! no matarás a nadie y menos a Jimmy.

—No sé si decir gracias o quedarme en silencio.

—La verdad que callado te ves más bonito—dice Rose.

—¡Rose! Es obvio que te gusta uno de ellos dos.

—Ninguno—dice nerviosa, jamás había visto a mi mejor amiga así.

—Creo que sobro en esta conversación—dice Jimmy.

—¡No te vayas!—Me mira, haciendo que eleve mis hombros.

—¿Qué pasa?

—Digamos que, no mucho—dice sentándose en el sofá.

—¿Qué sucede Rose?

Muerde su labio inferior—digamos que...estoy confundida.

—¿En qué sentido?

—Es que...es que no sé—dice levantándose del sofá y mordiendo la uña de su dedo pulgar.

—Tal vez, si nos dices que sucede te podamos ayudar—dice Jimmy.

Suspira—¿Te puede gustar dos personas al mismo tiempo? Aunque el segundo solo lo vi una vez, puede decirse que solo llama mi atención—dice divagando.

—Hasta tres te pueden gustar—le digo, ganándome la mirada de Jimmy—¿Qué?—Eleva su ceja—es cierto o es que no me vas a decir que te gustaba alguien al mismo tiempo que yo.

—¿No?

—Chicos...

—No te creo nada—le digo, cruzándome de brazos.