42

189 8 39
                                    

No sabíamos cuánto tiempo Samantha nos había tenido ahí, estábamos cansadas, golpeadas y seguíamos dándole dolores de cabeza; a este paso terminaríamos siendo asesinadas.

—Ya han agotado mi paciencia—dice molesta.

—Y la noche es larga—dice Nala, riendo entre jadeo.

De nuevo, la golpean—¿Y por qué no termina el trabajo de una vez?—dice uno de los gorilas que la acompañan.

—¿Disculpa? ¿Quién te preguntó? —Le pregunta—es mi asunto, además, tenemos toda la vida—nos dice, sonriendo.

—A menos de que colmemos tu paciencia—dice Rose, recibiendo un golpe más.

—Que es la idea—digo sonriendo.

—Te pago para que golpees a la idiota, no para que te quedes mirándola—le ordena y aquel hombre me golpea.

—Tengo algo mejor—toma su arma y dispara en mi muslo derecho. Aquello hizo que gritara de dolor.

—¡Estás loca! —Le grito con todas mis fuerzas, como si eso me ayudara a desaparecer el dolor.

Me mira furiosa—Me canse de ustedes, me canse de tenerlas que escuchar, será mejor que cierren la boca o esto se acaba ya.

—¡Summer!—Escucho a Rosie.

—¿Estás bien?

—¡Sí!— Miento.

—Bien, fue suficiente por ahora.

Los tres salieron junto con la perra loca, dejándonos solas una vez más.

—Hay que hacer algo—murmura Rosie.

—No podemos hablar mucho, pueden tener micrófonos—susurra Nala.

—Y cámaras—responde Rosie—¿estás bien Summer?

Mire mi muslo y veo como la sangre sale, quiero vomitar, quiero guitar de dolor, quiero salir de aquí; son tantas las cosas que quiero, pero que no puedo tener y mucho menos hacer.

—Estoy bien—miento porque, en verdad duele, arde, no sé, pero me esta matando y no creo que dure mucho tiempo despierta por la pérdida de sangre.

Así que, comienzo a mover mis manos llevándolas hasta la parte más delgada. Cuando lo logro, les indico a las chicas lo que hice. Luego con cuidado desato mis tobillos.

—Estoy bien, estoy bien—dice Rosie, dándonos a entender que estaba libre.

—Yo igual.

—No también—susurra Nala, dice un par de malas palabras—¡Bien! —Susurra.

—¿Y cual es el plan? —Susurra.

—¿Golpearlos? —Susurro.

Ninguna se volvió a mover de su lugar, no queríamos levantar sospechas.

—¿Quién es buena para el fútbol americano?

—Oh nena, por supuesto que yo.

No sabía cómo íbamos a hacer, pero debíamos hacer hasta lo imposible para sobrevivir; era eso o que la zorra nos mate sin siquiera haber intentado salir de este lugar.

Las chicas se levantan rápidamente, yo lo hice lentamente y con la ayuda de ambas—No puedes hacer nada.

Tomo una de las sillas—a alguien le tengo que pegar—les sonrió.

—Te cubro la espalda—dice Rosie, tomando la otra silla.

—¿Y piensan que puedo tacklear a uno de ellos? —La miramos con una ceja levantada—no porque me vean gorda, tengo...Sí tengo fuerza.

What we thought was lostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora