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Al llegar, me detuve rápidamente, pues pude ver a Jimmy sosteniendo la mano de Peyton—no.—Murmure con lágrimas en los ojos al mismo tiempo un nudo se fue formando en mi garganta, evitando que mi voz saliera.

—¿Qué haces?—Pregunta Nala.

—No puedo—digo, sintiendo una opresión en mi pecho.

—¡Detengan esta boda!—Grita Nala.

Todos los presentes nos miran, algunos susurran. Pero solo una mirada hizo que me colocara más nerviosa que nunca.

—No por favor—le digo tomando el brazo de Nala, para detenerla.

—No me voy a detener, ahora que estamos tan cerca—me susurra—amiga es el amor de tu vida, el hombre que hace que tu corazón se acelere con solo hablar—sus ojos se llenan de lágrimas—no seas como yo, no pierdas al amor de tu vida por temor.

—Es mi...

—Ella nunca pensó en ti como tú en ella—dice Rose.

Solté el brazo de Nala y ella mira a todos los presentes.

—Técnicamente sería ¡Yo me opongo!—Dice uno de los invitados.

—Gracias, pero ellos entendieron—dijo Nala, mirando a la persona y se quedó sin habla.

—Hola Nala.

—¡Mamá!—Grita mi hermana.

—¡Yo me opongo a esta boda!

—¿Todas se oponen?

—¡Mamá!—Grita de nuevo mi hermana.

—¿Que pasa?—Mi padre se levantó de su silla.

—¿Quién Habla?—Murmura Rose—no creo que Nala.

Tomo aire y camino con Rose, hasta donde estaba Jimmy y mi hermana.

—¡Ni un paso más Summer!—Dice mi madre.

—Lo siento mamá, pero no puedo dejar que le hagan esto a Jimmy.

—¿Qué esta pasando?—Pregunta mi padre.

—Tu hija se volvió loca.

—No me volví loca.

—Amor. No les creas nada, es un complot que hicieron para arruinar nuestro día. ¡Mis damas se volvieron locas!—Dice desesperada—vamos a casarnos, ¿sí?

—No lo hagas—Le digo, haciendo que Jimmy me mire.

—¿Me puedes explicar que esta pasando?—Pregunta Jimmy.

—No les creas.

—¡Mira Bruja!—Dice mi mejor amiga en español—Estoy cansada de ti y de tu horrible madre—mira a mi padre—lo siento señor, pero hay algo que deben saber y es que; Peyton no está embarazada, solo esta con Jimmy porque necesita su dinero.

—¿Es cierto?—Nos mira.

—Sí—dice Dylan avergonzada—lo siento.

—Papi. No es cierto.

—Yo no...—dice mi padre al borde de las lágrimas.

—Señor. Todo este tiempo estuvo manipulando—Rose guarda silencio—nos estuvo manipulando. Diciendo todas esas mentiras, pero la verdad es que...

—¡Silencio!—Dice mi madre—es suficiente, ya tuve mucho de ustedes cuatro—dice furiosa—no van arruinar esta boda.

—¿Tienes miedo de quedar sin dinero?—Le pregunto llena de rabia.

What we thought was lostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora