El imposible Henry Cavill y tú [EN EDICIÓN]

Conviviendo con Cavill

___ entra al departamento de Henry sin haber olvidado el ambiente elegante y de buen gusto que mantenía el actor.

-Voy por Kal y nos vamos al veterinario. Enseguida vuelvo. Toma asiento, por favor.-su sonrisa es absolutamente hermosa.

-Por supuesto.-le devuelvo el gesto.

Henry demora alrededor de 10 minutos, pero finalmente entra del pequeño jardín con el gran Kal a su lado.
Volteo desde el sillón y veo cómo ambos se dirigen hacia mí.

-Oh, pero qué grande es, Henry.-acaricio el suave pelaje del lindo perro.-Hola, mi amor. Eres muy hermoso y precioso, Kal.

Mientras ___ hace unos cuantos a cariños al esponjoso perro, Henry mira la tierna escena y una sonrisa se dibuja en su rostro. Sin duda, ___ era una mujer muy amable y amante de los caninos.

-Me voy a poner celoso.-ríe.-Kal jamás se había comportado de forma tan dócil con alguien que acaba de conocer. Te has ganado su confianza, ___.

Se sienta en el sillón dejando a Kal en medio de él y ___.

-¿Qué puedo decir? Soy adorable, Henry. Además, dicen que los animales pueden percibir cuando una persona es de confiar y también si esa persona tiene malas intenciones hacia sus dueños.

-Pues me queda claro que no tienes malas intenciones hacia mí, ___.-arquea una ceja y siento sonrojarme.

-Por supuesto que no, Henry.-sonrío tímida y me quedo viendo plácidamente su rostro.

-Creo que ya es hora de que nos vayamos para llegar a tiempo.-me extiende la mano y enseguida la tomo.

-Vamos.

Ambos salen del edificio y se dirigen hacia la veterinaria. Durante el chequeo ___ y Henry comparten algunas miradas y platican animados mientras esperan a Kal.
Debido a que el chequeo va a demorar, deciden ir a una cafetería ya que la veterinaria estaba dentro de un centro comercial.

-Tenía mucho tiempo sin venir a tomarme una buena taza de café y comer un delicioso canoli.-da una mordida al delicioso postre parisino.

-Creí que no eras muy afecto al azúcar, señor Cavill.-ríe apenada.

-¿Por qué lo dices?.-frunce ambas cejas.

-Debido a tu físico me daba la impresión que comías solo pollo, atún y ensalada.-arqueo una ceja.

-Así que te has atrevido a ver mis bellos músculos, ___.-sonríe pícaro.-Pues, se equivoca, señorita, todo se trata de balance, entreno muy duro pero de vez en cuando puedo comerme una gran pizza de tocino.

-Es más que obvio que eres un hombre muy grande y de verdad que admiro tu determinación en eso del ejercicio.

-¿Te cuento un secreto? De niño solía ser gordo y a causa de eso era llamado "Gordo Cavill". A veces los niños pueden ser muy crueles, pero esa fue una de las razones que me impulsó para mejorar mi físico conforme fui creciendo.

-Wow, no lo sabía. Pues déjeme decirle que lo admiro más, señor Cavill.

La camarera se acerca.

-Desea ordenar algo más.-devora a Henry con una sonrisa coqueta.

___ se da cuenta de la intención de la chica rubia y rueda los ojos.

-¿Quisieras algo más ___?.-me sorprende que me pregunta tan atentamente.

-No, gracias Henry.-respondo.

-Entonces creo que puede traernos la cuenta, señorita.-trata con tal indiferencia a la mesera que me sorprende gratamente.